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¿Cómo se investiga la peor lacra del verano en España?

¿Cómo se investiga la peor lacra del verano en España?

domingo 12 de septiembre de 2010, 12:47h

Durante los últimos años, tanto las empresas relacionadas con la Extinción de Incendios Forestales como las diversas Administraciones Públicas han centrado sus esfuerzos en mejorar en la prevención de este tipo de actos capaces de desalmar enormes extensiones de territorio. Así, la mejora en infraestructuras, gestión y formación del personal interviniente (tanto en cuerpos especializados del Ejército como entes locales) se ha convertido en el objetivo a cumplir por las Comunidades Autónomas.

En este 2010 se han producido diez incendios de una magnitud importante, los últimos, extinguidos este fin de semana en Ontiyent (Valencia) y en Cieza y Calasparra (Murcia). Son muchas las dudas que asaltan ante estos atentados medioambientales: ¿Qué motiva a los infractores? ¿Cómo se logra investigar con éxito los incendios forestales?

Según datos del Ministerio del Medioambiente, entre 1996 y 2005 el total de incendios con causas clarificadas ascendía al 53%. Sin embargo, del 47% restante se desconoce su causa e infractor. Un dato alarmante que todas las partes implicadas buscan solucionar.

Una clasificación realizada por la ONG Greenpeace, diferencia hasta en ocho perfiles el tipo de culpable de los incendios forestales realizados en España. Basados en los detalles que se encuentra en la Base de Datos sobre Incendios Forestales (BDIF), estos perfiles y móviles pueden variar entre el agricultor ‘irresponsable’ -31,22% de los casos datados-, o el interesado -0,62%-. Entre ellos, el ganadero ‘inconsciente’ -21,54%-, el ‘imprudente’ -6,70%- o el asocial ‘conflictivo’ -3%- también tienen cierta importancia. El pirómano, por ejemplo, sólo causa el 6,70% de los incendios.

En manos del SEPRONA

La investigación de este tipo de delitos pertenece en competencia al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. En los últimos años los avances y especialización en la investigación de los incendios forestales ha aumentado, produciendo directamente que la detención de los responsables también se haya incrementado. Los datos y el tratamiento son más fehacientes.

Junto al SEPRONA también existen otros agentes medioambientales especializados, preferentemente adscritos a las Consejerías de Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas.

Entre las muchas técnicas que maneja la Guardia Civil destaca la identificación de huellas dactilares, debido a las quemaduras que sufre el sospechoso del incendio en las yemas de sus dedos debido al rascador del mechero. En su objetivo de provocar fuego, el infractor mantiene un tiempo excesivo el encendedor, esto le provoca, como mínimo, un eritema. Además, si su deseo persiste, cambia el dedo para accionar el mechero, por lo cual las posibilidades de investigación aumentan.

Con estas premisas se llega a la conclusión que se producen, en la mayoría de los casos de los atentados forestales, quemaduras visibles en los dedos del infractor. Son fácilmente documentables y pueden llevar a buen puerto la investigación policial al respecto, convirtiéndose en prueba indiciaria capaz de debilitar la presunción de inocencia del acusado.

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