2mil 700 días, 4 mil 200 soldados estadunidenses muertos y al menos un millón iraquíes, y centenares de miles de heridos después, Estados Unidos dio por terminadas ayer las operaciones de combate en Irak, invadido el 20 de marzo de 2003. Una guerra de la cual la primera potencia mundial vuelve a salir derrotada como en Vietnam (1964-1975). “No va a ser para cantar victoria”, anticipó la noche de ayer Barack Obama al iniciar su discurso en cadena nacional desde la oficina Oval, para oficializar el término de la guerra. Ésta llegó a movilizar 160 mil tropas en el marco de la operación Libertad Iraquí, que ayer cambió de nombre y de etapa: Nuevo Amanecer será ahora, a cargo del comandante Lloyd Austin, con experiencia también en Afganistán. Su nueva misión: organizar la retirada definitiva en 2011 de las 50 mil tropas de apoyo que quedan en Irak.
Pero ¿quién ganó y quién perdió en esta guerra basada en dos mentiras, reconocidas finalmente como tales: la existencia de “armas de destrucción masiva” y la “presencia de Al Qaeda” en Irak?
No ganó el pueblo iraquí, ya que a pesar del tendal de muertos su liderazgo político, aun cuando cambió de hegemonía (chiita), sigue respondiendo a la lógica de los intereses étnico-sectarios, con la corrupción —agravada por la ingente ayuda militar— como único peso y medida. Por lo mismo, tampoco ganó la mentada “democracia a la Bush”; y menos aún la “madre de todas las democracias”, ya que la Unión Americana ha salido de esta guerra con suficientes bríos como para seguir la fiesta en Afganistán, donde de paso otra mentira acaba de ser expuesta: según se desprende de los miles de informes de inteligencia de EU en Afganistán, divulgados por WikiLeaks, la presencia de Al Qaeda en suelo afgano es casi nula, por lo que el peso de la resistencia recae en el movimiento fundamentalista del talibán, el mismo que Bush derrocó con la invasión de octubre de 2001, pero al que dejó recuperarse al abrir otro frente de guerra en Irak.
Como se afirma, ambas intervenciones, a un costo de más de mil millones de dólares, están en la base tanto de la crisis financiera de 2008 como de la próxima a venir, ya que por lo visto EU sigue apostando a la industria militar como motor de la economía, del poder y de inmanejables déficits. El Pentágono es, ciertamente, el claro ganador de la Libertad iraquí, lo mismo que Al Qaeda: mil muertos en Irak en julio-agosto así lo muestran.
Opinión extraída del Periódico Milenio 02/09/10
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