No, no hay empate entre PSOE y PP

Déjese usted engañar, si quiere. Pero lo cierto es que, en este mundo plagado de sondeos, muchos de ellos bastante interesados, otros bastante chapuceros, algunos tácticamente eficaces, decir que PSOE y PP están en un ‘empate técnico’ es una falsía. Un deseo inalcanzado por quienes ven superado ya su nivel de hartazgo. No, no hay (aún) empate técnico entre los socialistas y los populares, y menos aún entre Zapatero, que sigue beneficiándose de la ventaja de aquel que no es bien conocido, y Rajoy, que desgrana siempre las mismas críticas y las mismas inciertas soluciones, o falta de ellas, para no hablar de su carencia de arrojo político. A mí me parece que esa mentira de hogaño llegará quizá a ser verdad mañana. Hoy, simplemente, no lo es.

Dejen ustedes que la imagen de un Gobierno coherente y abierto siga desgastándose y puede que, dentro de algunos meses, estemos ante un empate técnico, o incluso puede que los del PP estén por encima de los socialistas. Dejen ustedes que se emponzoñe el llamado (por los socialistas; en el PP ni siquiera admiten el término) proceso de paz en el País Vasco y verán qué pronto queda relegado el voto hasta ahora concedido al talante de ZP. Miren ustedes cómo llevan los socialistas la campaña municipal y autonómica en la comunidad más emblemática, Madrid, y observarán el fenómeno de un descenso en picado en intención de voto. Aguarden un poco a ver los primeros traspiés del tripartito de Montilla y comprobarán que los ídolos tienen pies de barro, y claro que al hablar de ídolos no me estoy refiriendo precisamente al president de la Generalitat.

Pero, siento decirlo, hoy por hoy no hay empate técnico, aunque la esotérica revista que inspira Alfonso Guerra lo sugiera. No lo indican los sondeos socialistas, pero tampoco los de los populares, por mucho que Mariano Rajoy se deje acunar por cantos de sirena que interpretan sus colaboradores para hacerle la vida más agradable. Tampoco estamos seguros de que el PP merezca esa aproximación a un Gobierno socialista que se habrá equivocado en algo (o más bien en mucho), pero que ha arriesgado en la búsqueda de soluciones. Supere el PP urgentemente sus contradicciones, que no son pocas, y podrá así alcanzar, con no demasiadas dificultades, a un Gobierno socialista que a veces parece una contradicción en sí mismo. Pero no será a golpe de rivalizar en vídeos ridículos, mendaces y tramposos como los populares darán alcance a unos socialistas incapaces de autocrítica. De momento, todos suspenden, pero los socialistas, algo menos. Dígame usted si el panorama está como para dar saltos de entusiasmo...