Se trata de la periodista Anuska Buenaluque, de nacionalidad española, quien recibió 25 disparos de perdigones en los brazos y espalda.
“La Policía primero me disparó a los pies para que me fuera. Cuando le dije me voy, y di la vuelta, me dispararon directamente por toda la espalda”, dijo Buenaluque a Canal N, al tiempo que confirmó que el camarógrafo que la acompañaba, el venezolano Michel Paredes, también está herido.
El equipo fue atacado cuando cubría en horas de la tarde una concentración de estudiantes de diversas universidades en la plaza Brión de Chacaíto, en el este de la capital.
La protesta se había llevado a cabo de forma pacífica hasta que el contingente policial cargó con bombas lacrimógenas contra los estudiantes, en su mayoría de facultades de periodismo, quienes respondieron arrojando piedras y botellas.
Hasta el momento se han reportado un total de 10 personas heridas, cuatro de ellas estudiantes y el resto periodistas y otros simpatizantes. Además, decenas de personas se vieron afectadas por las bombas lacrimógenas.
Horas antes, en el campus de las universidades Central de Venezuela y la católica Andrés Bello grupos de jóvenes coreaban consignas a favor de la libertad de expresión, mientras que la PM bloqueó las salidas principales.
Otros incidentes violentos ocurrieron en la Metropolitana, donde las fuerzas del orden público cargaron con bombas lacrimógenas contra los manifestantes que obstaculizaron el tránsito en una vía pública.
La portavoz de los profesores, Ana Yépez, dijo que la represión de los militares llegó hasta dentro del recinto universitario, donde los gases tóxicos se esparcieron en todo el campus.
Por su parte, manifestantes partidarios del gobierno siguieron celebrando ayer el fin de RCTV, diciendo que la medida permitirá democratizar el espectro radioeléctrico.
RCTV, con 53 años en el aire, cesó sus transmisiones a la medianoche del domingo y la frecuencia que ocupaba pasó a emitir la programación de Tves, una nueva televisora de servicio público creada con apoyo estatal.