Apuros y oportunidades para las cajas

Las cajas de ahorros españolas tienen mucha historia, para bien y para mal, pero lo que parecen tener es poco futuro. Puede no ser una buena noticia, vista con perspectiva, pero es lo que hay. Así se explica que el Banco de España acabe de dirigirse a los llamados Sistemas Institucionales de Protección (SIP) o fusiones frías para que traspasen de inmediato e íntegramente su negocio financiero, es decir sus créditos y sus depósitos, a un banco que actúe como sociedad central. Una vez más, camino de la bancarización, la razón esgrimida es la exigencia de los mercados financieros donde se abastece España para compensar sus necesidades de dinero.

El tono no solo crítico sino también descalificador hacia las cajas, sea injusto o no, domina el ambiente financiero español, mientras ya hay expertos, como José Carlos Díez, de Intermoney, que dicen en público lo que hace meses solo se murmuraba en los reservados: hay inversores que dudan de la veracidad de los balances de las cajas por la valoración de sus activos inmobiliarios.

Los problemas no tardarán en aflorar si todo esto no se calma, ya que las cajas tienen compromisos de devolución de créditos muy altos, que necesitarán refinanciar en los mercados internacionales. Si dentro de unos meses éstos se niegan a renovar las operaciones, claro que puede haber problemas y graves. Así de mal están las cosas en un sector como el de cajas que en sus tiempos de esplendor alcanzó más de la mitad del sistema financiero español, frente a una banca privada que tuvo que salir al exterior para no perder posiciones.

Las entidades de ahorro que están a salvo son cada vez menos y entre ellas se abre paso un nuevo escenario para la mejor de todas, La Caixa, que por posición y tamaño constituye el mejor referente. La dueña de la primera y mejor red financiera doméstica no está obligada a convertirse en banco pero tampoco hay que descartar que lo haga, mediante un cambio de papeles con Criteria. En torno a La Caixa están produciéndose todo tipo de especulaciones que pueden derivar en un aumento del peso financiero y empresarial de Cataluña en España.

• Diariocrítico de la Economía>>