El Supremo investiga a Hurtado y éste sigue en el Senado

Vaya por delante la presunción de inocencia, pero de sobra es sabido que ante una acusación penal contra un político; acusación que ha seguido todo su trámite, con dictamen de la Fiscalía y siendo asumida la investigación por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, no cabe más que dentro de la asunción de las responsabilidades políticas y sin prejuzgar ni siquiera las mismas, los políticos alcanzados por tales situaciones deben abandonar su puesto y defenderse, sin más paraguas que su argumentación, sus pruebas en descargo y si resultara inocente, que los responsables de su imputación apechuguen con las responsabilidades civiles o penales correspondientes. Hurtado está siendo investigado por los delitos, supuestos, de prevaricación y falsedad documental y ya no hay más excusa. Para seguir dando ejemplo el PSOE debe pedirle que entregue su acta de senador y cesarlo cautelarmente en su militancia. El secretario General del PSOE en Murcia así actuó contra otros. De hecho, todos los medios reconocen que contra las imputaciones de cargos públicos se actúa con mayor altura moral por parte del PSOE que del PP, que defendiendo a sus imputados no dudan en atacar a jueces, fiscales, policías y guardia civiles.

Otro sí: Si Pedro Saura no adopta coherentemente las decisiones que adoptó en otros casos, el impresentable será él, por sus contradicciones y falta de coherencia; si fuera así éste será el sitio que ocupará, el nuevo director general del SEPES.