La contribución será ampliada también a aquellos no residentes que acceden a los establecimientos turísticos de Ostia, el puerto próximo a la capital, o adquieran un billete de autobús turístico.
La tarifa diaria varía de tres euros por cada noche en hoteles de cuatro o cinco estrellas a un euro en los 'campings', mientras que quedan excluidos los niños hasta 10 años, informa 'La Stampa'.
Roma es una de las ciudades más visitadas por los extranjeros en Italia y prácticamente duplica su población en los meses de verano.
El impuesto será recaudado directamente por los hoteles y otros establecimientos, que tendrán que entregar todo la recaudación al Ayuntamiento.
Además, el reglamento prevé sanciones del 30% de lo recaudado a los evasores de impuestos y de 25 a 500 euros a los turistas.
Según ha afirmado el presidente de la Comisión presupuestaria de Roma, Federico Guidi, este impuesto "da la posibilidad" a la capital de "invertir en turismo, porque el 5% de la tasa se destinará a la actividad de promoción".
El Partido Democrático, a través de su portavoz Umberto Marroni, ha afirmado que "es un error introducir esta tasa en un momento de crisis económica".
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