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La agenda de Rubalcaba

La agenda de Rubalcaba

martes 28 de diciembre de 2010, 17:59h
Desde ahora la agenda del vicepresidente Rubalcaba está en la red social ‘Twitter’, lo que no significa que allí se muestren los secretos a tres que el Presidente Zapatero haya depositado en “una persona del partido”, como es el caso de su deseo de jubilación anticipada. Este deseo no es una simple decisión personal sino un asunto de repercusión política, dentro y fuera del partido gobernante. Lo que sería un disparate es que esa persona no fuese Rubalcaba, aunque los actos confidenciales no figuren en “Twitter”. La única persona con derecho a la confidencia es aquella a la que, a menos de año y medio del fin de la legislatura, si se completa, se le ha cargado con la orientación de un gobierno terminal. Sería una falta de respeto y una traición a su colaborador principal por parte de Zapatero y una falta de responsabilidad por parte de Rubalcaba aceptar la delegación de poderes de que hace alarde su agenda digital sin saber si la aceptaba par a luchar por una reelección o para preparar una sucesión. Por ello no cabe duda que la “persona del partido” es el vicetodo o estaríamos en un grado de locura política inconcebible.

Conocer el secreto explica el activismo informativo de Rubalcaba. Este político veterano y cauteloso no parece predispuesto a hacer de “liebre eléctrica” como decía Bono. El vértigo del poder ofrecido ha cambiado el talante sombrío del ministro policial y del portavoz marrullero. Está como si le tocase el gordo de la lotería política. Él es quien sabe lo que va a pasar y el que va a tramar cómo pase, aunque le caiga encima un muerto en vez de una herencia. Es su ocasión histórica y estas ocasiones solo se asumen con moral de ahora o nunca. 

El nuevo Rubalcaba impaciente por divulgar todas sus actividades es el fruto de la confidencia de Zapatero que, como las brujas de Macbeth le dijo: “tú serás presidente”. Ha cambiado de estilo. Cuando habla de restricciones de gasto habla para Europa. Cuando dice: “no podemos irnos de aquí y que luego Afganistán siga exportando odio”, habla para América. Cuando no habla es que calla para Marruecos. Y cuando habla de acuerdos de investidura habla para cualquier nacionalismo provinciano que pueda ayudarle a cambio de concesiones extraconstitucionales. Solo tiene unos pocos meses, si las elecciones municipales no acortan el plazo, para intentar la remontada. Mientras tanto hay que mentir cuando se desmiente y difundir el activismo infatigable. Pero ya no es el tiempo tranquilo de las sombras porque, cada día que pasa con el secreto a cuestas es, también, un día que hay que aprovechar antes de una liquidación por derribo.


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