Inician diligencias por muerte de 7 españoles en Yemen

El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, informó ayer  lunes que son siete los muertos españoles en el atentado contra turistas en la región de Mareb, noroeste de Yemen. En tanto, el juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, decidió "iniciar diligencias previas por terrorismo” por los mismos hechos.

En una comparecencia, el canciller español explicó que, en breve, partirá un avión de las Fuerzas Armadas Españolas para realizar la repatriación de los cadáveres y de otros cinco españoles lesionados en el atentado.

Asimismo, indicó que el grupo de turistas, un total de 12 españoles que iban en una caravana, salió del templo de Mahram Belques cuando un coche embistió al convoy. En el ataque también murieron tres personas de origen yemení y una más de la misma nacionalidad resultó herida, todas formaban parte del grupo de guías turísticos y de la seguridad de los visitantes.

Moratinos dijo que los heridos y los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados a la capital Saná, a 190 kilómetros de donde ocurrió el ataque. Agregó que en el avión de las Fuerzas Armadas Españolas viajarán, en representación del gobierno, el ministro de Industria, Joan Clos, y el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Bernardino León.

En tanto, dijo que se mantiene el gabinete de crisis en materia consular que se constituyó este lunes tras conocerse la noticia y que tiene el fin de agilizar la repatriación y analizar la situación en Yemen.

Según los primeros reportes de medios de comunicación locales, el suceso podría haber ocurrido cuando un coche bomba se impactó con los vehículos de la caravana de turistas.

Las primeras hipótesis indican que podría tratarse de un ataque vinculado a las amenazas de la red Al Qaeda en ese país, que reclama la liberación de algunos de sus militantes, o bien a grupos rebeldes en esa nación.

El 24 de junio pasado, seis jóvenes soldados, tres de ellos colombianos, que pertenecían al contingente español de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL), murieron al estallar una furgoneta bomba al paso de su vehículo blindado en una carretera entre Marjayún y Jiam, en el sureste del Líbano.