Estas revelaciones surgen de la investigación sobre los abusos cometidos por el DAS en el cumplimiento de sus tareas -interceptaciones telefónicas y seguimientos ilegales contra referentes de la oposición, periodistas y funcionarios. El diario colombiano El Espectador publicó en exclusiva el contenido de estas declaraciones formuladas ante la Corte Suprema de Justicia hace cuatro semanas pero que recién ahora salen a la luz. Peñate, por ejemplo, dijo que en el Departamento había información muy grave sobre las intenciones de "un régimen casi totalitario", como el de Chávez, de exportar su modelo a Colombia, "no necesariamente de una manera democrática, sino socavando la institucionalidad".
Cuando llegó a la DAS, declaró el funcionario, ordenó seguir esa línea de investigación y así se descubrió por ejemplo que durante los Juegos Panamericanos la delegación de Venezuela fue la más nutrida y se constató que algunos de sus miembros estuvieron en barrios marginales de Cartagena y Barranquilla prometiendo, entre otras cosas, acceso a campañas de salud "para curar cataratas" con el fin de obtener "una base clientelar".
Operaciones gratuitas
Es bien conocida la afición socialista, originalmente cubana, luego venezolana, por recorrer América Latina ofreciendo intervenciones oftalmológicas gratuitas, incluso a países que no las necesitan por ser autosuficientes en la materia, como forma de propaganda pero también como cobertura de otras actividades. Según Peñate, también se encontró a miembros del Partido Socialista de Venezuela (chavista) participando de campañas políticas en Colombia y hasta a diplomáticos "en reuniones con universitarios que defendían el derecho de alzarse en armas contra el Estado".
Según el funcionario, "era un espionaje encaminado a crear una base de apoyo político para un proyecto de expansión". En el curso de estas indagaciones, dijo Peñate, apareció una y otra vez el nombre de la senadora Piedad Córdoba quien, en 2006, hacía apariciones públicas con discursos que la "acercaban al proyecto bolivariano". Para Peñate, por lo tanto, no fue ilegal investigar a la legisladora. "Cuando veo a líderes de opinión que dan esa idea me ofendo personalmente, porque no puedo contestar en la arena pública", dijo.
En 2007, Piedad Córdoba viajó a México, a una conferencia en la que, según Peñate, "justificó el alzamiento armado contra la democracia colombiana". La prensa informó que a ese encuentro habían asistido miembros de las FARC y eso, explicó el funcionario, molestó mucho al presidente Álvaro Uribe, porque recientemente se le había comunicado que en México ya no quedaban células terroristas de esa guerrilla.
Fernando Tabares, ex director de Inteligencia del DAS -ya condenado a 8 años de prisión- también aportó datos impactantes en su declaración. Por ejemplo, reporta El Espectador, el ex funcionario dijo "que la Embajada de Venezuela en Colombia acreditó a 80 funcionarios que hacían inteligencia para el gobierno Chávez, que el DAS encontró órdenes de operaciones de la Dirección de Inteligencia de ese país (Disip) en ese sentido y que algunos estamentos económicos, militares y hasta políticos del país fueron 'penetrados". Además, agentes de Venezuela, Cuba y Nicaragua tenían una línea de trabajo en distintas zonas de Colombia y se descubrió así que el gobierno venezolano, a través de (la petrolera estatal) PDVSA, giró dineros a la senadora Piedad Córdoba.
La computadora del ex jefe del secretariado de las FARC, Iván Ríos, evidenció que a través de la Federación de Estudiantes Universitarios, la guerrilla infiltró varias casas de estudio. Y fue durante el desarrollo de esas pesquisas cuando Piedad Córdoba pronunció un encendido discurso en la Universidad del Valle, donde calificó al comandante guerrillero Tirofijo como un revolucionario. Por ese entonces, Chávez llamaba "narcotraficante" al gobierno colombiano y la senadora Córdoba incitaba a otros países a romper relaciones con Colombia.
Un vuelo semanal sospechado
"También -dice el artículo de El Espectador- se supo que, desde Maicao (La Guajira), grupos islámicos extremistas se movían como Pedro por su casa y quedaron al descubierto recursos enviados desde Colombia para Hezbolá y Al Qaeda". Y Fernando Tabares señaló que la puerta de entrada de los enlaces de esas organizaciones a Colombia era Venezuela. Según el ex funcionario, era gente de Irán y se comprobó "que quienes hicieron el ataque terrorista en Buenos Aires (Argentina) entraron por Maicao (a Sudamérica)".
Tabares también hace referencia al vuelo semanal -hoy cancelado- entre Caracas y la capital iraní. Eran supuestamente funcionarios venezolanos los que los recibían y despachaban cada semana a Teherán en un vuelo que salía de ese país. Un iraní al que Tabares llamó Sheck Mouchi Rabani, quien "organizó algunos ataques en Argentina", intentó venir a Colombia para "desarrollar una reunión de alto nivel con los grupos islámicos", pero no pudo porque tenía circular roja de Interpol. En su lugar enviaron a su emisario que ingresó al país por Venezuela.
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