¿Cundirá el ejemplo de Artur Mas?

Parece que algunos dirigentes políticos han entendido el ‘mensaje’ que les está enviando la ciudadanía. Si  tenemos que ‘apretarnos el cinturón’ que ellos también den ejemplo, como hace el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, que se desplaza en taxi cuando llega a Madrid para acudir a sus citas oficiales. El martes fue el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el que quiso escenificar que es capaz de hacer gestos de ‘austeridad’ en tiempos de crisis y voló en clase turista a Madrid en donde fue recibido en audiencia por el Rey Don Juan Carlos. Lo cierto es que el nuevo Govern que el líder de CiU ahora preside se ha encontrado con que el tripartito ha dejado tal ‘agujero negro’ en las cuentas, que su portavoz, Oriol Pujol, acaba de reconocer las dificultades que están teniendo para pagar los sueldos a los funcionarios. De ahí también el gesto de Mas.

Pero el debate sobre si nuestros políticos deben suprimir ciertas ‘prebendas’ de las que gozan está en pleno auge. Y gestos como el de Mas o el de Revilla, -tan criticado por algunos, por cierto- ,  demuestran que no pasa nada porque un presidente o un destacado alto cargo viaje, salvo en casos muy concretos, como casi todos los demás ‘mortales’.  Ahora habrá qué ver si también se la atan al dedo sus señorías, como le ha pedido Bono, y revisan algunos de sus ‘privilegios’, como los viajes en Business Class cuando se desplazan a otros países en sus llamados viajes de ‘amistad’ o de cooperación interparlamentaria.

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