Dos noticias

El Gobierno pone en marcha un plan riguroso y agresivo para luchar contra la economía sumergida, que se dirigirá a personas que trabajan clandestinamente, que perciben rentas que no declaran y que, el mismo tiempo, cobran el paro u otras prestaciones de la Seguridad Social… Nada se puede objetar a una campaña que defiende la legislación vigente en materia laboral y que intenta poner orden en un mercado caótico por el que deambulan la chapuza, el dinero B y la competencia ilícita frente a los trabajadores con los papeles en regla y los impuestos transparentes.

    No se puede justificar lo injustificable, pero alguien, desde el Gobierno o desde la oposición, debe tener el coraje de reconocer el contexto de necesidad en que se realizan algunos de esos trabajos clandestinos; algunos de ellos, no todos. Muchos de estos “pequeños delincuentes” (entre comillas) no tienen trabajo ni oportunidad de obtenerlo, y hasta les han arrancado los famosos 426 euros que hasta ahora se les pagaban a los parados sin recursos. O se aferran a lo poco que pueden hacer (lavar un coche, acompañar a un anciano a pasear, cobrar una propina por sacar las bolsas de basura de un edificio) o hacen eso o se mueren de hambre. Y ni estamos haciendo apología de la ilegalidad ni estamos haciendo demagogia. Y, como en las medidas que adoptará la Agencia Tributaria habrá prioridades, ojalá comiencen por los empresarios clandestinos, que ni siquiera dan de alta a sus trabajadores, o por quienes amasan grandes fortunas valiéndose de una “ingeniería financiera” que los hace invisibles para la Hacienda pública. Insistimos: la ley es la ley y hay que cumplirla, pero una sociedad con cuatro millones y medio de parados se le ha ido de las manos al Gobierno.

    Y, en fin, cambiamos de asunto, que no sólo hay noticias tristes en este mundo de nuestros amores y de nuestros pecados. Investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, acaban de descubrir una vacuna universal contra la gripe. Una vacuna que no entiende de cepas ni de virus mutantes, sino que los ataca a todos por igual. Faltan ensayos definitivos para sacar al mercado esta vacuna, pero las perspectivas son esperanzadoras. Erradicar la gripe, una enfermedad que cada año afecta a decenas de millones de personas y que, en casos de debilidad, hasta puede ser mortal... sería una gran noticia para la Humanidad; para esta nave de los locos en que corren distinta suerte quienes han nacido en Sierra Leona  o en Haití, o los que fueron depositados por la cigüeña en Estocolmo o en Nueva York.