www.diariocritico.com

La semana en la que el "herrerismo" tocó fondo

martes 22 de marzo de 2011, 20:44h
Desde el anterior “puntero”, en el que nos entreteníamos con el futuro de los procuradores, en Castilla y León no hemos ganado para sobresaltos, bien es verdad que unos mas que otros, llevándose la palma Juan Vicente Herrera, quien posiblemente ha vivido sus días mas “horribilis” en los 10 años que lleva en la poltrona del Colegio de la Asunción. El último de esos sobresaltos se producía este lunes durante el Consejo de Administración celebrado por Caja España-Caja Duero para analizar la negociación mantenida para su fusión bancaria con la andaluza Unicaja. En un gesto que sin duda le honra, el hasta ahora director general de la Caja, Lucas Hernández, dimitía en disconformidad no tanto con el fondo de la operación con Unicaja como con la forma en que se ha llevado a cabo, esto es, con absoluto ninguneo hacia su persona y cargo por parte del presidente, Evaristo del Canto, quién ha llevado personalmente (en contacto permanente, eso sí, con el el vicepresidente conomico de la Junta,Tomás Villanueva, y éste con el socialista Pedro Muñoz) la negociación con su homólogo Braulio Medel, sin molestarse siquiera en tenerle informado.   El hecho es especialmente grave por varias razones. En primer lugar porque, de haberse respetado el pacto de la fusión España-Duero, Hernández debiera haber sido el primer ejecutivo de la nueva Caja, equilibrio que se alteró con la posterior contratación de Del Canto, cuyo carácter ejecutivo incumplía de cabo a rabo el reparto de poder pactado en Tordesillas. Tanto era así que, estando asumido que el director general era quien debía pilotar el futuro de la entidad, la Junta y el PSOE pactaron una modificación “ad nominen” en la Ley regional de Cajas solamente para retrasar la jubilación de Hernández hasta los 70 años. Todo ello ha quedado en papel mojado: El director general se ha visto totalmente relegado por el presidente y al ver mancillada su dignidad profesional ha decidido renunciar a esos 5 años de generoso contrato que tenía por delante. Todo un fiasco, el enésimo, en el culebrón protagonizado en los últimos tres años por las cajas de ahorro de Castilla y León.  Tiempo habrá de analizar, una vez consumada la operación, todas sus consecuencias. Pero, dada la relación de fuerzas entre la caja andaluza y la castellano-leonesa, el hecho de que la sede social del banco se establezca en Málaga y la sede operativa en Madrid, junto al liderazgo  indiscutible de Medel, el resultado final se parece mucho a  una absorción (de hecho así la ha calificado ya algún diario económico). Me da que la pelicula -no en vano pautada por el mismo productor ejecutivo- sigue la estela de aquel cortometraje protagonizado hace cuatro años por la Caja Rural del Duero y Caja Mar. Y todo esto después de que  el presidente Herrera se descolgara hace nada pidiendo al presidente del Santander, Emilio Botín, que “capitalice y ejerza la capitanía las relaciones financieras con la comunidad” (?).    Lo de Herrera empieza a ser como para hacérselo mirar. El pasado miércoles, durante el pleno de las Cortes, llegó a decir que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Guadalquivir era poco menos que un signo positivo de cara a la sentencia sobre el Duero. Y al día siguiente, jueves, llegó el mazazo al Estatuto de Castilla y León, sin que el presidente de la Junta tuviera nada que decir al respecto hasta este lunes. Por medio, el director general de la Radio Televisión de Castilla y León, Óscar Campillo, le anunció que se larga a dirigir el diario deportivo “Marca”, dejando colgada a dos meses de las elecciones municipales y autonómicas la televisión autonómica auspiciada y sostenida por la Junta con cerca de 30 millones de euros al año. Súmese a todo lo anterior el desafío de la vicepresidenta de la Junta, la inefable María Jesús Ruíz, al elogiar sin medida en las Cortes al promotor de un nuevo partido creado para competir con el PP en Soria, la descarada carrera de varios presidentes provinciales del PP por presidir las Diputaciones y reforzar con ello sus respectivas taifas, y los líos internos del partido con las listas en casi todas las provincias, y el panorama resultante parecería propio de un fin de ciclo político. Pero lo peor es que, siendo evidente que el “herrerismo” ha tocado fondo, Herrera volverá a ganar de calle las próximas elecciones, con lo cual, salvo que en algún momento irrumpa la “operación Vaticano”, permanecerá apoltronado cuatro años mas en el Colegio de la Asunción bajo el influjo de la sinuosa mano que mece su cuna. Cuatro años más que pueden ser definitivamente letales para esta maltrecha comunidad autónoma. (En las fotografía superior, Lucas Hernández y Evaristo del Canto; en la inferior, José Antonio de Santiago-Juárez y Juan Vicente Herrera)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios