Ni olvidamos ni perdonamos

La secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha entonado el "mea culpa" que tantos socialistas quieren ignorar acusando a la oposición de "inventarse" los escándalos, y ha pedido "perdón" a los andaluces por el sangrante caso de las irregularidades en los ya famosos expedientes de regulación de empleo, afirmando que se trata de un episodio que "a los socialistas nos entristece y nos abochorna". Genial, Susana, la sinceridad te honra. Pero digo yo que, además de pedir perdón, y de estar tristes y abochornados, el PSOE debería de contemplar también alguna dimisión en el Gobierno andaluz que no sólo ha permitido el fraude de más de seiscientos millones de euros, consintiendo y aprobando en el Consejo de Gobierno las concesiones de dicho dinero, sino que hasta ahora ha amparado y defendido a capa y espada a quienes se lo han "llevado calentito". Añado que, además, puesto que nadie va a devolver ni un duro de lo que se han llevado irregularmente, al menos tenían que tener la vergüenza torera suficiente para depurar responsabilidades políticas y apartar de la Administración, del Gobierno y del partido a todo aquel que haya tenido algo que ver con el superfraude de los EREs, y Susana Díaz, como número dos del PSOE-A, y Pepe Griñán, como presidente y secretario general, saben de sobra a quienes me refiero porque hay varios altos responsables socialistas con nombres, apellidos y cargos que están metidos hasta el cuello en esta macroestafa al pueblo andaluz y hasta ahora nadie les ha llamado al órden. Y, tal y como están las cosas, como no los llame la jueza Mercedes Alaya, me parece a mi que se van a ir de "rositas" y con la espalda bien cubierta. Por eso le digo a Susana que los andaluces, más de un millón de los cuales, está en paro forzoso, "ni perdonamos ni olvidamos" hasta que no caiga alguna cabeza de los responsables del desaguisado en el que nos ha metido el PSOE. Uno está hasta la coronilla de aguantar a políticos corruptos de uno y otro signo, políticos que ensucian el nombre del partido en el que militan y que  a lo único que aspiran es a lucrarse. Sí, ya sé que los hay en casi todas las comunidades y los pueblos de España, pero como resulta que yo vivo aquí, de Despeñaperros para abajo, en mi querida Andalucía, donde nos sobran este tipo de personajes, evito tener que recurrir al tópico de la Gürtell, de Camps y sus trajes, de Bono y sus pisos e hipódromos o de Caja Castilla-La Mancha. Demasiado tenemos que aguantar aquí abajo como para ocuparnos también del resto de chorizos que campan por toda la piel del toro. Entre los escándalos de Mercasevilla, de los EREs fraudulentos, de las irregulares ayudas de la UE al empleo, de la familia de Manuel Chaves, hermanos e hijos incluídos, de las andanzas y las astracanadas del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y candidato de IULV-CA a la Alcaldía, Antonio Rodrigo Torrijos, de la masiva corrupción inmobiliaria en la Costa del Sol, y de un largo etecétera de episodios bochornosos, tenemos de sobra para salir escaldados de la clase política que nos gobierna. Por eso, insisto en que Andalucía, tras más de treinta años ininterrumpidos de gobiernos socialistas, necesita, cuanto antes, una regeneración, un cambio de figurantes para que volvamos a creer en la política, nuevos nombres y nuevas caras que aporten aire fresco al antiguo Hospital de las Cinco Llagas (sede del Parlamento andaluz) y al Palacio de San Telmo (sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía) donde ya apesta demasiado a un mal perfume de rosas en descomposición, quizás por eso se ha marchado dando un portazo Luis Pizarro, un socialista de toda la vida harto de coles que no quiere estar presente en la mesa del Consejo de Gobierno cuando Ferraz le pida cuentas a Griñán por el fracaso de las municipales. Y una curiosidad que les apunto por si les sirve de algo. Sevilla cuenta con una serie de personajes y personajillos que suelen salir en casi todas las fotos del ABC. Estos saben de sobra quien o quienes van a gobernar a coro o medio plazo mejor que las encuestas más serias. Pues bien, fiándome de ellos, he podido comprobar que a cincuenta días de las elecciones municipales, el candidato del PP, Juan Ignacio Zoido, va a alcanzar la mayoría absoluta. El pasado jueves, en una conferencia en el Club Antares, allí estabon todos para estrecharle la mano, haciendo cola con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja, tanto que hubo que colocar mesas supletorias para la multitudinaria cena. Mientras, una semana antes, el candidato socialista, Juan Espadas, reunía a un auditorio formado casi íntegramente por cargos del PSOE y de los de la foto, los precisos, que no tenían más remedio que acudir por imperativo legal. Bueno, también estaban los funcionarios protestando por el decretazo, pero éstos, como es natural, se quedaron en la puerta custodiados por la Policía y gritando aquello de "pumba, pumba, pumba, el PSOE se derrumba".Lo dicho, si hay que guiarse por la presencia de estos fotogénicos peloteros, Zoido ganará por goleada a Espadas el 22-F. Ya veremos si se cumple la profecía.