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Troitiño, en búsqueda y captura

miércoles 20 de abril de 2011, 09:14h
Una interpretación judicial forzaba a la Sección Tercera de la Audiencia Nacional  a reunirse en la noche de este martes con carácter de urgencia para revocar la liberación del etarra Antonio Troitiño y ordenar su detención. Se pretende llevar de nuevo al etarra a la cárcel para cumplir los seis años de condena que le restan. De hecho, ya anoche se ordenó su busca y captura e inmediato ingreso en prisión, y la policía buscaba ya la pasada madrugada al terrorista para detenerlo, pero no se encontraba en su domicilio. La orden policial se ha producido después de que la sección tercera de lo Penal, que preside el magistrado Alfonso Guevara, se viera obligado a rectificar con la mayor urgencia, tras una sentencia del Tribunal Supremo. En efecto, estaba previsto que la excarcelación de Troitiño fuera estudiada el próximo 25 de abril, por el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, pero la posibilidad de que el histórico etarra pudiera huir, ha precipitado esta decisión y el pleno del lunes ha sido suspendido. Incluso ya se sospecha y se teme que el etarra ha podido “volar”, y desaparecer, y que podría haber encontrado tierra de refugio, por ejemplo, en Venezuela... Según ha trascendido sobre la reunión de la noche del martes, los magistrados que componen la Sección Tercera de la Audiencia, acordaron revisar su anterior decisión en vista de la resolución dictada por el Tribunal Supremo el pasado 28 de marzo, en la que éste acordó descontar el tiempo pasado en prisión preventiva de la condena total y no del límite máximo de cumplimiento, establecido en 30 años de prisión. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo debatió dos casos similares a los de Troitiño. Los magistrados del alto tribunal llegaron a la conclusión de que las prisiones provisionales que sufrieron esos dos etarras debían restarse de cada una de las penas a las que estaban condenados a medida que se fueran cumpliendo. En aplicación de esa doctrina, a la Audiencia no le quedaba más remedio que devolver a Troitiño a prisión hasta que cumpla íntegramente 30 años de prisión. El Supremo obliga a restar los periodos de prisión provisional de cada una de las condenas del etarra Troitiño, lo que le obligará a permanecer en la cárcel hasta enero de 2017. Para conseguirlo, el presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez, que había convocado un pleno para el día 25 de este mes, lunes, para estudiar el recurso de la fiscalía contra la liberación del etarra, desconvocó la reunión y dejó el caso en manos de la misma sección que había resuelto inicialmente, la tercera, la que ordenó su excarcelación al entender que había cumplido su condena. Este tribunal, formado por Alfonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y María de los Ángeles Barreiro ha podido intervenir gracias a que ya había transcurrido el plazo para que la defensa de Troitiño se instruyera de la causa y presentara su escrito. De este modo, los magistrados Alfonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y Ángeles Barreiro firmaron un nuevo auto en el que, en lugar de restar seis años de prisión preventiva de ese límite de 30 años, los descuentan de las penas acumuladas por Troitiño, que de este modo deberá reingresar en prisión y no será excarcelado hasta el 17 de enero de 2017. De este modo, los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia se  han corregido a sí mismos y han revocado su propia providencia del pasado miércoles, en la que restaron seis años de prisión preventiva a Troitiño, pero no sobre cada una de sus penas cumplidas sucesivamente, sino sobre el máximo de cumplimiento que tenía asignado, es decir, 30 años. La resolución obligó a dejarlo en libertad ese mismo día al entenderse que había llegado a la fecha de licenciamiento definitivo. Esa providencia se dictó en contra del criterio aprobado para estos casos por el pleno de la Sala de lo Penal de la propia Audiencia Nacional en febrero de 2010. Un acuerdo de ese órgano establecía que las penas acumuladas se entendieran como una sola causa de la que solo cabía restar la prisión provisional sufrida desde la detención hasta la primera condena. Conviene recordar que el histórico etarra, uno de los más sanguinarios, quedó en libertad, en medio de gran sorpresa y escándalo, el pasado 15 de abril tras cumplir 24 años entre rejas. Su polémica excarcelación, además, coincidió con la otro miembro de la banda: Jose María Sagarduy, el preso más veterano de ETA. La puesta en libertad  de Tritiño fue posible por la aplicación de una doctrina del tribunal Constitucional que, en 2008, establecía el doble cómputo de la prisión preventiva, favoreciendo a los presos con más delitos. Esta controvertida medida fue corregida en 2010 pero sin carácter retroactivo. Pese a ello, la Fiscalía anunció días después de la liberación que no solicitaría medidas especiales de vigilancia para el etarra, ya que no se pueden adoptar este tipo de acciones contra un ciudadano en libertad porque atentarían contra sus derechos. Sin embargo, la Audiencia Nacional pidió que se revocara la providencia que puso en libertad al etarra, y el mismo lunes, el Tribunal Supremo pidió a la Audiencia Nacional que no aplicara la ya llamada Doctrina Troitiño a otros dos etarras que pudieran estar en situación similar. Y este martes, ante el riesgo de que el etarra  escapara, se precipitó la rectificación judicial aunque se ignora si ya ha evitado la fuga. Troitiño, exmiembro del comando Madrid de ETA, nacido en el 26 de junio de 1957 en Tariego de Carrato (Palencia), perteneció al comando Madrid hasta que fue detenido el 16 de enero de 1987. Fue condenado a centenares de años de cárcel, 2.700 se calcula,  por múltiples atentados -entre ellos la matanza de la plaza de la República Dominicana, en la que fueron asesinados 11 guardias civiles, en julio de 1986. Tras su libertad, el pasado miércoles, recibió muchas felicitaciones..., y desapareció. Esta misma pasada noche, en la casa de Troitiño a la que regresó hace una semana, nadie respondía al timbre. En el inmueble, ubicado en el extrarradio de San Sebastián, tampoco sabían de su existencia, ni siquiera en los talleres de reformas y de mecánica contiguos a la vivienda. La carnicería y el bar que franquean el portal tenían la persiana cerrada a cal y canto. El “pájaro”, según todos los indicios, había volado, aprovechando el “error” o la interpretación judicial... - Lea también: Rectificación sonrojante: ahora la Audiencia Nacional revoca la puesta en libertad de Troitiño
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