Mayo y los jóvenes

     A partir del pasado domingo se iniciaron las movilizaciones de miles de jóvenes en medio centenar de ciudades españolas, convocados por la plataforma “Democracia real, ya”. Forman parte, en su mayoría, de los casi dos millones de muchachos menores de 35 años que no tienen trabajo, aún perteneciendo a la generación mejor formada de las que se tienen memoria en España: universitarios, profesionales, doctores que estudiaron un máster en el extranjero, muchachos que hablan varios idiomas, arquitectos, ingenieros, médicos en paro; y, en fin, un grupo numerosísimo de personas que constituyen una “generación perdida”, la primera que está viviendo peor que la de sus padres. Estos jóvenes ponen en cuestión, indignados, la política que llevan a cabo los grandes partidos y su complicidad con las granes empresas, que nos ha conducido  -a su juicio-  a una situación insostenible porque el ansia y la acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia. Y claman, en la calle, por igualdad, progreso, solidaridad, libre acceso a la cultura, ecología, desarrollo, bienestar y felicidad.     No han sido los políticos de ideologías extremistas ni los sindicatos quienes suscitan este movimiento juvenil, sino que son ellos mismos, los jóvenes,  convocados por la indignación, y apoyados en muchos casos por sus padres y sus abuelos, los que han salido a la calle. Los lemas de la protesta son significativos: “NO ES UNA CRISIS, ES UNA ESTAFA”, “VIOLENCIA ES COBRAR 600 EUROS”, “TOMA LA CALLE, QUE EL FUTURO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS”.     Muchos de ustedes recordarán el “mayo francés del 68”, cuando los universitarios se unieron a los obreros de la periferia parisina para recordarle a la sociedad acomodada, perezosa y “bien-pensante”, que “PROHIBIDO PROHIBIR” y que “DEBAJO DE LOS ADOQUINES ESTÁ LA PLAYA”.  Eran tiempos distintos, con la guerra de Vietnam como telón de fondo y la descolonización del Tercer Mundo como referencia de la Europa prepotente. Ahora son otras las circunstancias, y en España son especialmente graves: vivimos en Democracia, es cierto, algo que no ocurría a finales de los años 60 del pasado siglo, pero no es menos cierto que por entonces no había 5 millones de parados, una cifra con tendencia a crecer dramáticamente. Y no siendo posible una comparación entre ambas situaciones (mayo francés del 68, mayo español de 2011), al menos hay que sacar la lección de que la lucha de los jóvenes por la libertad y la justicia es imparable. El movimiento “Democracia real, ya”, ha dado una primera lección a los políticos profesionales, a los sindicalistas de la subvención y del pesebre, a los vendedores de humo (comercializado bajo marcas deslumbrantes) y que sólo ven en la sociedad un rebaño de consumidores. - Lea también: El fenómeno de 'Democracia Real Ya' se acentúa mientras se debate si beneficia al PSOE e IU Galería de fotos: 'Democracia real ya' Vídeo: Puerta del Sol ¿Cuál es el origen de 'Democracia Real Ya'? > Escuche las columnas de Luis el Olmo en vídeo: