22-M: Análisis de Elecciones autonómicas y municipales - Comunidad Valenciana

    - C. Valenciana -  Valencia vota con claridad Manuel Pascua Mejía El PP ha ganado en las tres provincias valencianas, ayuntamientos, diputaciones y Corts tienen un color mayoritario, el azul. Lo primero a destacar está claro: la ciudadanía ha pasado olímpicamente de los trajes, de Gürtel y del aeropuerto sin aviones. Lo segundo es la bofetada insoslayable al PSPV y el mensaje claro de la ciudadanía que, a tenor de lo que me cuentan algunos dirigentes socialistas de Valencia y Alicante, no ha comprado la dignidad de un voto sin programa. “Ahora a ver cómo lo echamos” me dice alguien de la cuarta planta que exige -¡por supuesto!- el más absoluto anonimato. La mejor manera que encuentro de explicar los datos es en clave de descontento. Los votantes naturales del PSPV han huido de Jorge Alarte como de la peste. Una parte de sus votos ha ido al PP –esto es innegable a tenor de los números- y la mayor parte se ha trasladado a IU y Compromís. Es evidente que el PPCV tiene una clara y amplia conexión con la ciudadanía valenciana. Gustará más o gustará menos, será más o menos inteligible allende las fronteras de esta comunidad, pero es la verdad del barquero: el PPCV entiende a este pueblo y este pueblo se lo ha vuelto a demostrar ampliando la mayoría que viene dándole desde hace 4 legislaturas. Que los votantes socialistas, sabedores de que estos resultados sobrevendrían inevitablemente, hayan optado por permitir cuatro años más de gobierno del PP con mayor apoyo que en la legislatura anterior, solamente puede interpretarse de una manera: Jorge Alarte no es la persona con la que los socialistas se identifican y su propuesta no ha calado ni engre los suyos. Alarte & cheer leaders están intentando convencer a su feligresía de que se ha votado para castigar al gobierno central por culpa de la crisis mundial y la situación económica de España. Es el análisis del cobarde porque con quien debería haberse cabreado la ciudadanía valenciana, si la cosa fuera el paro y la crisis, es con el PPCV que es quien gestiona el presupuesto y las políticas de empleo, industria y economía doméstica. No. Los valencianos socialistas lo han dicho alto y claro: Alarte no es la persona adecuada y la prueba es que el PSPV ha pasado, bajo su mando, a ser un partidito residual. ¿Y ahora qué? Los dos próximos pasos a los que debemos estar atentos son, por un lado, el próximo y cercano dictamen judicial sobre a quién se encausa y en qué grado por los temas de Gürtel y, por otro, el desmoronamiento del PSPV. Gürtel seguirá su camino judicial y llegará el momento en que la justicia hablará. En cuanto al PSPV… Alarte no parece que se vaya a ir por su propio pie, así que habrá que forzar su salida. Como me dice mi fuente, “si pierde el cargo se queda sin sueldo”. Alarte es el auténtico, genuino y máximo exponente del político de granja, del pollo engordado con hormonas que no tiene sabor alguno. Su desvergüenza le ha llevado a basar su oposición y su campaña en torno al concepto dignidad, pero a la hora de aplicarse él su propia medicina resulta incapaz de digerirla. No me gustan las personas sin palabra y menos aún si están en la cosa pública. Prometer que uno se irá si obtiene un mal resultado y luego, al cosechar el peor de la historia, ponerse de perfil, mirar para otro lado y decir que yo solo pasaba por aquí, es la mayor de las indignidades, la indignidad de una porpuesta sucia. En fin, una felicitación honesta a la ciudadanía valenciana y al PPCV por su triunfo incontestable y un tirón de orejas a Alarte y sus corifeos: tienen que ver lo que ya han visto todos los votantes de la Comunitat Valenciana y es que ni son ni tienen ni se acercan a lo que en cualquier manual de política básica se entiende como alternativa.                                                                                Manuel Pascua Mejía                                                                        Volver a la portada>>