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Chat con Franco Gamboa

Chat con Franco Gamboa

sábado 25 de junio de 2011, 02:32h

Sociólogo político, jefe del proyecto de Apoyo a la Asamblea Constituyente en Bolivia en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
* Este chat tendrá lugar a las 11:00h de Bolivia

Sociólogo político, doctor en gestión pública y relaciones internacionales, formado en Duke University, Estados Unidos y London School of Economics and Political Science. Actualmente es miembro de Yale World Fellows Program en Yale University. Fue parte del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y jefe del proyecto de Apoyo a la Asamblea Constituyente en Bolivia en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Su actividad profesional ha combinado el asesoramiento a instituciones públicas, organismos de cooperación al desarrollo como la UNESCO, el BID y USAID, junto con la investigación y el estudio crítico de la democracia en América Latina. Ha publicado Dilemas y conflictos sobre la Constitución en Bolivia. Historia política de la Asamblea Constituyente en Bolivia (2009); Recorridos profanos del liderazgo. Miradas críticas en torno al líder, poder y carisma (2007); Buscando una oportunidad. Reflexiones abiertas sobre el futuro neoliberal (dos ediciones, 2005 y 2008). Vea el vídeo relacionado. Visiones de la democracia en pugna: Bolivia entre los fantasmas del pasado y los desengaños del futuro Llegó la hora de evaluar el sistema político democrático a como dé lugar. Primero para exorcizar las hipocresías de aquellos que callaron para apoyar actitudes y proyectos autoritarios únicamente por ganar un plato de lentejas y, segundo, para clarificar los rumbos de la recuperación institucional después de la bulla indianista junto con las estelas de discriminación que se transformaron en pretextos para hacer mal las cosas, aprovecharse y destruir las posibilidades de una reforma estatal moderna. Evaluar la democracia en Bolivia podría significar una tarea titánica, no sólo por la cantidad de datos históricos y empíricos que demanda esta labor, sino también por la naturaleza altamente difícil para caracterizar los logros, deficiencias y debilidades. Bolivia tuvo una travesía muy particular, especialmente desde las históricas elecciones presidenciales del año 2005, cuando la democracia salió a flote una vez más, refutando las previsiones fatalistas que rondaban aquel entonces.             Todos trataban de explicar con dificultades el porqué del péndulo entre la renuncia del ex presidente Sánchez de Lozada y el advenimiento de Evo Morales. Por otra parte, una evaluación plantea también el hecho de combinar un tipo de criterios relativamente objetivos para juzgar algunos fenómenos, junto con aproximaciones teóricas que, en cierta forma, asumen posiciones para cualificar el objeto evaluado. En este caso, se intentó analizar los problemas más candentes de la gobernabilidad democrática en Bolivia, a la luz de teorías que cruzan fácilmente las fronteras entre la posición ideológica y las prioridades elegidas en función de exigencias políticas, de movilización e inclusive, en términos de imaginarios utópicos futuros, como es el caso de las concepciones indianistas.             La evaluación del sistema político democrático tendría que concentrarse en el periodo que va del año 2005 al presente 2011. Las elecciones presidenciales que dieron un triunfo substantivo a Evo Morales, también estuvieron acompañadas de las elecciones prefecturales, momento en el cual surgieron con particular influencia las demandas autonómicas. Desde entonces, Bolivia fue sacudida por presiones enraizadas en intensas movilizaciones indígenas, sindicales, corporativas, municipales y cívicas que planteaban un típico debate en torno a dónde reside, finalmente, la soberanía de una democracia.             Los conflictos respecto a las fuentes de la soberanía representan uno de los ejes en el ejercicio del poder político. Si la soberanía es el ejercicio de la voluntad general desde la época de los contractualistas, entonces cualquier sistema democrático nunca podría separarse de las tensiones generadas por una soberanía popular que es inalienable, y donde el poder puede ser delegado y transmitido a un conjunto de representantes, pero nunca la voluntad del pueblo soberano. Aquí, el poder no permanece como un monopolio de la representación – sea de los partidos o de algunas instituciones democráticas – porque es mucho más determinante la fuerza de la soberanía que radica en la voluntad general. Ésta sólo se representa a sí misma y, por lo tanto, es el núcleo de visiones opuestas y múltiples contradicciones de la democracia en Bolivia.     Consideremos una hipótesis: el sistema democrático boliviano evidencia un deterioro, tanto institucional como ideológico porque grandes porciones de la sociedad civil se decepcionaron con el desempeño que tuvo la democracia, especialmente en el campo económico, la generación de oportunidades y el alivio a la pobreza. Asimismo, los conflictos expresan una permanente rivalidad entre las visiones de una democracia representativa que planteaba un tipo de integración sistémica con la economía de mercado y la administración a cargo de los partidos políticos, frente a otras concepciones democráticas que defienden la integración política multicultural, con alternativas de decisión sobre la base de instituciones de democracia directa.             Fueron estos enfrentamientos los que caracterizaron diferentes momentos de inestabilidad, así como las iniciativas de reforma estatal, obstaculizando cualquier proyecto de consolidación democrática. Las diferentes clases sociales y culturas del país presuponen diferentes imágenes de la democracia posible y del orden político. Tales imágenes dependen de una multiplicidad de mapas ideológicos y marcos conceptuales con los cuales se construyen las vivencias de la democracia.
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