Bolivia empata y le agua la fiesta de inauguración al anfritrión Argentina

   .- El día después del magnífico y sorprendente empate que logró la selección boliviana de fútbol frente a la Argentina, el estado de ánimo de todos cambió de forma dramática. Hoy, en Argentina, pero sobre todo en Buenos Aires, no se habla de otra cosa que no sea la baja producción del equipo local, pero fundamentalmente las críticas apuntan a Lionel Messi y a una pregunta reiterada ¿Por qué es tan diferente de aquel que juega en el Barcelona? Entre tanto, en Bolivia el ánimo no puede ser mejor y de acuerdo con Gustavo Domingo Quinteros, entrenador nacional, el equipo, más allá del notable empate con Argentina, ha cometido muchos errores que deben ser corregidos. Edivaldo Rojas, una de las figuras del partido, comentó que la igualdad con los albicelestes motiva y de gran manera debido a que no es fácil conseguir que el partido salga de acuerdo con lo planificado. Consultado acerca de las posibilidades que tiene el combinado nacional de aquí en adelante, comentó que no es tiempo de relajarse y que por el contrario se debe buscar ganar todo cuanto se juegue. Muchos coinciden con el entrenador en sentido de que este equipo tiene aún un techo muy alto y que a medida que pasen los partidos se verá mejor. Las cosas han salido bien y frente a los partidos que nos tocan debemos manejarnos sin salir de la propuesta del primer partido, se ha comentado en esferas federativas, sin poder disimular una sonrisa. El equipo volverá a los entrenamientos para jugar la semana venidera contra Costa Rica, pero hay una diferencia total en relación con los días previos: Este es otro equipo. Una nueva polémica se instaló, entre tanto, debido a las poco educadas palabras vertidas por Lieonel Messi respecto al gol de Bolivia al que calificó como “un gol de mierda”. La desafortunada intervención del astro del Barcelona despertó todo tipo de críticas y hay quienes aseguran que está dolido por la buena marca que le impuso Ronald Raldes, quien achicó al delantero en un cara durante el partido. “Es una mala semana para el fútbol argentino”, sentenciaron algunos comentaristas.