Cinco científicos latinoamericanos y sus proyectos conviven con premios Nobel

En una conferencia que reúne a 23 premios Nobel en Medicina o Fisiología y Química (más un Premio Nobel de la Paz invitado) se espera que los protagonistas sean los laureados. El glamour definitivamente está con ellos y la celebridad que les acompaña. Sin embargo, en la 61 Reunión de Premios Nobel en Lindau, Alemania los verdaderos protagonistas son los 566 jóvenes investigadores provenientes de 77 países, que se han reunido  aquí durante una semana para escuchar las conferencias dictadas por los laureados, revisar los últimos avances de la ciencia en el campo de la medicina, y presentar algunos de sus proyectos a discusión. Son todos excepcionalmente talentosos. Un grupo de élite. Para llegar aquí han pasado por un riguroso proceso de selección que inicia con su nominación por alguna de las 190 academias de ciencia, instituciones de investigación y universidades que forman parte de la red de la conferencia. Los participantes fueron elegidos de entre más de 20,000 solicitudes y este año 46% son mujeres. Crónica entrevistó a cinco de estos investigadores procedentes de países latinoamericanos con el fin de escuchar sus opiniones. Platicamos sentados a las orillas del Lago Constanza. PROTAGONISTAS. Aura Jiménez, México. “Soy médico de la UNAM. [Actualmente] estoy haciendo el doctorado financiada por la DAAD [un servicio de intercambio académico del gobierno alemán]. [Tengo] una beca sándwich que implica una colaboración entre un laboratorio de México y uno de Alemania y tienes que estar inscrita en un programa del país de origen. Yo pertenezco al programa de ciencias biomédicas de la UNAM”. En Alemania, Aura trabaja en el Instituto Max Planck para Medicina Experimental. Alonso Barrantes, Costa Rica. “Soy médico y desde hace 4 años estoy haciendo el doctorado en Alemania [en el Instituto Max Planck para Medicina Experimental]”. Eugenio Hardy, Cuba. “Estudié física nuclear pero he trabajado durante muchos años asociado a la industria biotecnológica cubana”. Actualmente es investigador en la Universidad de la Habana y colabora con investigadores en Alemania con ayuda de la Fundación Alexander von Humboldt. William Contreras López, Colombia. “Soy médico neurocirujano. Estudié en Colombia medicina y luego cirugía de columna en Curitiva al sur de Brasil y un año de neurocirugía funcional en Sao Paulo”. Desde hace casi tres años, William trabaja en el laboratorio de neurocirugía molecular de la Universidad de Freiburg. Samuel Saito, Brasil. “[Soy] alumno de doctorado de la Universidad Estatal de Santa Cruz en Bahía, Brasil. Soy farmacéutico y estudio plantas de la región del Atlántico”. PROYECTOS. Aura. “Trabajo con un canal de potasio dependiente de voltaje”. Los canales son proteínas que se encuentran en las membranas de las células y permiten transportar sustancias hacia dentro y fuera de ellas. Algunos canales, transportan iones como sodio y potasio. “En el laboratorio en Alemania descubrieron que el canal [se encuentra] en muchos tumores de diferentes partes del cuerpo. [Estudiamos el potencial para usar estos canales] para diagnóstico”. Alonso. “Yo trabajo con tumores cerebrales. Nos interesa ver si los canales nos permiten identificar distintas poblaciones celulares. [Queremos] usar canales iónicos como marcadores de diferenciación dentro de un tumor.” La hipótesis es que conforme la célula tumoral va cambiando presenta en su superficie diferentes proteínas canal. Poder identificarlas facilitará saber la etapa de desarrollo del tumor. Eugenio. “[Trabajo] en el desarrollo de medicamentos y vacunas. Actualmente trabajo en un proyecto relacionado con vacunas. Mi experiencia anterior fue en el desarrollo de la vacuna de hepatitis B y de una vacuna contra Haemophilus influenza tipo B”. William. “[Estoy] haciendo investigación con células madre. [Estudiamos] la implantación de células dopaminérgicas [células que producen un neurotransmisor llamado dopamina] producto de embriones. Tras un proceso se convierten nuevamente en neuronas y se hace un trasplante de estas células al cerebro de pacientes con enfermedades como Parkinson, distonia o Huntington [enfermedades degenerativas que afectan al cerebro]”. Samuel. “La región de Bahía está sufriendo con la producción del cacao que fue atacada por un hongo y ha caído drásticamente la producción. Intentamos secuenciar los genes de ese hongo y también se trabaja el genoma del cacao. [También] intento hallar algunos componentes bioactivos [con propiedades medicinales] en plantas”. -¿Qué es lo que les gusta de hacer investigación? Samuel “Uno siempre quiere descubrir una cosa, resolver un problema. Dejar un legado y creo que a través de la investigación se pueden resolver algunos” William “[Los médicos en Colombia] aprendemos los procedimientos pero no qué pasa biológicamente o molecularmente. [Me gusta] entender qué es una célula madre, cómo funciona, si hay esperanza de poder curar una enfermedad con eso. -¿Qué los motivó a venir a Lindau? Aura “Para todos los que estamos en esta área es un sueño.  Yo ni siquiera sabía que esta reunión existía”. Alonso “Conoces la historia, y eso a mi me parece muy importante. Saber que las cosas que damos por sentado, en un momento no existieron. El aspecto histórico”. Eugenio “[Además de] aplicar métodos científicos, hay un componente importante que es la filosofía del investigador. Y recibirla de primera mano de los laureados es una experiencia única”. William “Es místico. Cuando recibes una carta que dice organización Nobel es un sueño desde el primer día. Una historia para contar de toda la vida” -¿Venir a Lindau les ha abierto nuevas oportunidades? Eugenio. “Hubo alguien que invitó al Max Planck en Miami. Dijeron que hacían falta personas [y nos] invitó. Las personas que están aquí tienen una oportunidad para estar allí porque ya han pasado por un proceso de selección” -¿Cuáles son sus planes en el futuro inmediato? Aura “Yo quiero salir [al extranjero] para el postdoctorado. Esto me abrió la vida. Quiero hacer ciencia de este nivel”. -¿Qué problemas encuentran en sus países para hacer investigación? Aura “La mentalidad. Aquí es como un trampolín, vas subiendo. Estando en México no tienes tantos [profesores] visitantes que te hablen a este nivel. Acá mi mente trabaja como 10,000 veces más. [En México, hay poco estímulo para] tener la mentalidad e ideas que he tenido acá”. Alonso “El financiamiento, la estructura de las instituciones, la mentalidad. No hay políticas, especialmente en investigación básica. Las instituciones son altamente burocráticas, arcaicas hasta cierto punto”. Eugenio “En Cuba ha existido una voluntad política para ser un país de ciencia porque no tenemos grandes recursos naturales, ni petróleo, ni nada. Se tiene que utilizar el cerebro para hacer cosas que sean de beneficio a la sociedad. La inversión en biotecnología ha sido reconocida a nivel mundial. A diferencia de otros [colegas] latinos de si volver a su país tiene sentido o no, en caso mío es al revés porque aunque también tenemos dificultades económicas para hacer ciencia básica [hay] la sensación de que sí podemos. Creo que tenemos el potencial de desarrollar la investigación básica para explicar muy bien todos esos logros biotecnológicos que hemos tenido. Y esto me inspira a volver allá”. -¿Se ven algún día ganando el Nobel? Aura “Yo soñé con el Nobel desde chiquita, pero ahora ya no. Me veo con algo que de verdad cambie las cosas, descubrir algo que sea trascendental. Tener la satisfacción de que aporté algo y que un libro tiene dos renglones de algo en lo que yo ayudé” Eugenio “He estado involucrado en investigaciones que han tenido un impacto social. Me veo tratando de seguir por ese camino. No creo que sea tan importante el premio sino la intensión de seguir contribuyendo a que tus resultados tengan un impacto en la sociedad” Aura “Aunque pienso que ninguno lo rechazaría”. Eugenio “Si llega bienvenido”.