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'El comunero', una nueva figura

"El comunero", una nueva figura

martes 12 de julio de 2011, 15:58h
El comportamiento electoral de éste domingo pasado en la ciudad de Buenos Aires nos permite analizar una serie de fenómenos y de emergentes de gran valor para el futuro del país, amén del recuento de votos obtenidos por cada una de las fuerzas políticas.  Una mirada de las elecciones desde el Frente Para la Victoria (FPV) El FPV, ha perforado su techo electoral, alcanzando casi el 30% de los votos con presencia en toda la geografía de la capital. Es un avance importante, en relación a las elecciones pasadas y en su proyección como fuerza política en el largo plazo. Es al mismo tiempo, una base nada despreciable para garantizar la incorporación a un proyecto nacional de un territorio siempre esquivo a cualquier expresión del peronismo, o expresión política que invite a una construcción colectiva. A pesar que los resultados previstos para la segunda vuelta electoral del 31 de julio no sean favorables en relación a lo deseado, el balotaje adquiere sentido en la medida en que la finalidad sea completar la polarización relativa alcanzada en la primera vuelta. El balotaje permite llegar a una polarización plena y dar un paso firme para sumar voluntades que han quedado entrampadas en falsas antinomias planteadas el domingo anterior con otras fuerzas del campo popular. Si bien el resultado no cambiará el destino inmediato del enfrentamiento electoral, sí aumentará la legitimidad de un proyecto que es de carácter nacional. La elección no es una ecuación de suma “0”, el resultado de una elección admite diferentes lecturas y los votos que suma una fuerza política no necesariamente se le restan a otra; ni una elección adivina mecánicamente el resultado de la próxima. De los viejos punteros, a los comuneros nacientes Otro dato a tener en cuenta es el de la aparición de los comuneros como figura social, ya que su representación política está vinculada directamente a la pertenencia a un territorio social. El FPV ha sumado 31 comuneros, algo así como un 30% del total electo el domingo (105). Una fuerza nada desdeñable cuando se tiene un proyecto de país como continente para toda la comunidad. Estos comuneros son un canal inmejorable para la participación de la juventud y sobre todo para la futura organización territorial de la representación política, en un territorio generalmente hostil al justicialismo y al movimiento nacional. La figura del comunero es una novedad. Para el FPV, no es un puntero a la vieja usanza, es al mismo tiempo una invitación a superar la participación popular que propone el PJ y los partidos políticos tradicionales, con unidades básicas que se abren y se cierran a cada elección. Esta situación puede dar lugar a un trabajo en territorio permanente y así renovar las camadas de dirigentes por las nuevas generaciones de jóvenes que piden participar. De la misma manera que la avenida General Paz no divide la cuestión social, ni la vida social en la población de la Capital en relación a la del Gran Buenos Aires, la Avenida Rivadavia, tampoco divide la Capital en dos territorios estancos (el Sur y el Norte). De la misma manera que el PRO alcanza la conducción de las comunas en el Sur de la ciudad, el FPV tiene presencia en todas las comunas de la zona norte. La evaluación del avance del FPV no es en relación al PRO, sino en relación al proyecto nacional, ya que en octubre tiene una cabeza de playa en la Capital, garantizando así su continuidad en un territorio muchas veces contrario a cualquier proyecto que implique para los porteños, dejarse de ver en el espejo de su misma ciudad-puerto. Carlos "Chino" Fernández Asesor de IAJ-CGT
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