El Congreso echa el cierre con la incertidumbre de un posible adelanto electoral

La mayoría de los diputados consultados por Diariocrítico coinciden en pensar que el presidente no resistirá hasta marzo y que no tendrá más remedio que adelantar los comicios. La fecha que apuntan es, como ya hemos comentado en varias ocasiones, la del 27 de noviembre. Pero no las tienen todas consigo y los hay que no descartan incluso una ‘sopresa’ por parte de Zapatero en pleno agosto para fijar la cita con las urnas en octubre, un mes ‘emblemático’ para el PSOE en el que Felipe González se alzó con su primera y contundente victoria electoral en 1982. En Moncloa, sin embargo, juegan al despiste e insisten en que ni el propio presidente sabe a ciencia cierta cuando serán las elecciones. La decisión, puntualizan,  la tomara junto al candidato Rubalcaba. “Su intención, y ya lo ha dicho en muchas ocasiones, es agotar la legislatura”, reiteran, mientras argumentan las razones para este escenario ‘natural’. Uno de ellos, que el próximo periodo de sesiones será decisivo para culminar las reformas que aún deben de pasar el último trámite parlamentario, algo que se sostiene a medias ya que bastaría con la última quincena de septiembre para  finalizarlas. El factor ETA y el esperado comunicado Además, están los presupuestos, que en esta ocasión van a sufrir fuertes recortes del gasto, y para cuya  aprobación el Gobierno espera volver a contar con el PNV, CC y UPN. El acuerdo con los nacionalistas vascos no está definitivamente cerrado pese a que los socialistas argumenten que contar con su apoyo “no va a suponer un gran problema”. En este sentido, recuerdan que al PNV le interesa ‘ayudar’ a Zapatero a llegar a marzo, si así lo decidiera, por que en estos meses Bildu “se retratará” políticamente hablando y a ellos les interesa que “no arrasen en Euskadi”.  El factor ETA y un posible comunicado de abandono de las armas de la banda terrorista antes de que finalice el año – que habría entonces que gestionar va a jugar asimismo un papel importante para que Zapatero ponga fecha a las generales.    Atentos a los que hacen las CCAA del PP Pero hay más razones a favor de agotar el mandato. En el Gobierno están deseando que la ciudadanía vea cómo se comportan las autonomías del PP, y los drásticos recortes que ya han empezado a aplicar en sus territorios pese a que habían criticado con dureza los ajustes impuesto por Bruselas al gobierno central. Uno de los  ejemplo que ponen es Cataluña, en donde el gobierno de CiU presidido por Artur Mas acaba de anunciar el cierre de varios hospitales para ‘ahorrar en gasto sanitario este verano, lo que ha causado un fuerte malestar entre los ciudadanos.   Los nacionalistas catalanes se mantienen en una ambigua postura frente al Gobierno central a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos. Le dicen a Zapatero que agote la legislatura pero sólo si se ve capaz de culminar las reformas pendientes. En caso contrario le exigen adelante las elecciones “para no perder el tiempo”, algo que es de ‘cajón’, claro. Otro de los factores en contra del adelanto que pone el PSOE es que están inmersos en los preparativos de la Conferencia Política, convocada para finales de septiembre, y que les va a tener ocupados todo el verano. No obstante, este es un débil  argumento ya que el anuncio de disolución bien podría hacerse justo después de la celebración del cónclave.    La inestabilidad económica, un handicap En contra de todo ello juega la inestable situación económica de España, al albur de los dictámenes de las agencia de calificación y de las imposiciones de Bruselas. Si este verano los mercados no se tranquilizan, siguen los ataques al euro y las cifras de paro empiezan a remontar, las cosas se complicarían mucho para Zapatero, o mejor dicho, para el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba que es quien, de facto, dirige ahora el timón del barco. Con todo, la preocupación mayor en estos momentos es Estados Unidos y la posibilidad cada vez más cierta de que el país entre en suspensión de pagos, lo que conllevaría imprevisibles consecuencias para el resto del mundo.  Con este escenario entonces no se descarta que Zapatero convocara  a una reunión de urgencia en la Moncloa a Mariano Rajoy – e incluso a los principales líderes  de los partidos políticos- para analizar entre todos la situación  y anunciarles la disolución de las Cortes y la convocatoria cuanto antes de elecciones generales. Dentro del propio PSOE los más críticos se lanzan contra Zapatero y aseguran que con sus vaivenes políticos  “ha conseguido destrozarnos el olfato”.  “Estos no hacen política, simplemente están en política, que no es lo mismo, tomando decisiones la tran-tran, sin un diseño claro de  lo que necesita nuestro país para superar la crisis. Un desastre”, afirma este diputado muy desencantado con el presidente. La ‘remontada’ de Rubalcaba De todos los portavoces parlamentarios quien no tiene la menor duda de que Zapatero anunciará las generales la última semana de septiembre es Ana Oramas, de Coalición Canaria. La dirigente de CC está convencida de que Rubalcaba quiere a toda costa un adelanto electoral, máxime ahora que acaba de comprobarse por el CIS que está recortando distancia con el PP y  le saca a Rajoy mucha ventaja en cuanto a valoración ciudadana. Como Oramas hay otros diputados, incluso del PSOE que piensan que a Rubalcaba no le interesa “nada” tener que votar unos presupuestos restrictivos y ‘antisociales’. El candidato socialista, según algunos compañeros de grupo, quiere distanciarse lo antes posible de Zapatero – de hecho, ya lo está haciendo- y por ello, aunque de puertas afuera diga lo contrario, está “deseando” que se celebre la Conferencia Política e inmediatamente después comenzar la campaña e ir a las urnas. Su convencimiento de que puede ganar a Rajoy es ‘casi’ absoluto. Máxime ahora que ha ‘saboreado’ los citados resultados del CIS, con esos mágicos tres puntos y pico de recorte sobre el PP, una tendencia que de aquí a noviembre en Ferraz creen que puede incrementarse. “El sondeo ha llegado como agua de mayo y va a ser todo un revulsivo para sacudir el pesimismo entre nuestra militancia y movilizar a nuestro desencantado electorado” aseguraba un incondicional del ex vicepresidente primero del Gobierno. - Lea también: Fuerte división de opiniones mediática sobre el 'apaño' de la deuda autonómica El Congreso debatirá un documento de los indignados en septiembre