Septeto

A pesar del comienzo un poco tardío, bastó la primera nota, el primer trompetazo, para sentir que estábamos “nuevamente en el centro del universo”, como bien dijo Inocencio Heredia, uno de los vocales. Esta vez la sala no estaba a rebozar, pero el público se mostró agradecido y entusiasta Cuando ya se olía el final, ‘los siete’ emocionaron con Veinte años, una melodía ya interpretada por Buena Vista Social Club, Bebo & el Cigala, Pablito Milanés, y otras grandes voces. Pero ese sábado, en la sala Clamores, éramos sólo el Septeto y su público; con una pasión que es, en efecto, “un pedazo del alma que se arranca sin piedad”. Al cierre del concierto los gritos pidiendo un encoré fueron en crescendo hasta que, después de un largo agradecimiento final a todos los presentes, el grupo se decantó por el Chan Chan de Compay Segundo, un arma que nunca falla y que logró emocionar al público hasta hacer que algunos bailaran lento y en pareja.