Clase de ética periodística

Leyendo algunos periódicos nacionales es cuando de verdad sientes como propia la máxima del publicista francés Jacqes Seguela: “no le digas a mi madre que soy periodista, ella cree que toco el piano en un burdel”. El diario Público (no vamos a ponerle ningún calificativo, esta vez)  no sabía cómo tapar las noticias  en las que se involucraba al ministro de Fomento, José Blanco, de cobrar comisiones en Galicia  por lo que escupió contra el legislativo y sus, en este caso, ex presidentes.  El diario filosocialista dedica el editorial y más de una página a denunciar que el Senado paga a Lucas un tercer asistente además de los previstos. Y subtitula: “La condición de expresidente de la Cámara Alta da al dirigente del PP ventaja sobre sus compañeros de Mesa.” El pecado del Senado y de Lucas, tener tres ayudantes con categoría de administrativo que cobran 1.800 euros netos al mes. Uno de ellos por su condición de expresidente del Senado y los otros dos por ser en la actualidad vicepresidente de la Cámara. No se sabe si lo denunciable es que los grupos no se hayan enterado de que los expresidentes tienen derecho a un asistente o que Juan José Lucas goce de tres. Nada dice, sin embargo, Público del millón de euros que se ha gastado el presidente del Senado para renovar los ordenadores en la Cámara Alta. El material existente permitía evitar este dispendio pues las Cortes están disueltas. Al lado de la página en la que se informa de los asistentes, el diario madrileño titula “Blanco se querellará contra el industrial que le acusa de cobrar comisiones” y escribe más abajo: el abogado del empresario representa a los imputados de la “trama Gurtel” José Luis Ulibarri y Rafael Betoret. Y en la página siguente, más Gurtel: “El TSJ investigará al expresidente de las Cortes de Castilla y León”. La información está ilustrada con una foto de Jesús Merino con el siguiente pie: Fernández-Santiago. Lo dicho, que toco el piano en un burdel.