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Anuncia el canciller Roncagliolo

Perú propondrá agenda de inclusión social en Cumbre Iberoamericana de Asunción

Perú propondrá agenda de inclusión social en Cumbre Iberoamericana de Asunción

El Perú propondrá en la Cumbre Iberoamericana, a realizarse en Asunción, Paraguay, el 28 y 29 de octubre, la elaboración de una agenda de inclusión social, adelantó hoy el ministro de Relaciones Exteriores Rafael Roncaglio.
Desde Madrid, en el marco de una visita oficial por Europa, Roncaglio confirmó la asistencia del presidente Ollanta Humala Tasso a la Cumbre Iberoamericana de Asunción, en la que participarán Jefes de Estado y de Gobierno de los veintidós países de Latinoamérica, Andorra, España y Portugal. El tema central de la Cumbre de Asundión será la “Transformación del Estado y desarrollo”, en la que se debatirá una agenda temática de interés común y se definirán programas que permitan avanzar hacia un espacio de bienestar y cohesión. La elección de este tema responde a la fuerte necesidad de avanzar en la construcción de Estados capaces de dar lugar a un desarrollo que englobe el crecimiento económico y el bienestar de la población, objetivos que son también los del gobierno peruano, que encabeza Ollanta Humala Tasso. La República del Paraguay es Secretaría Pro Témpore de la Conferencia 2011 y sede de la XXI Cumbre Iberoamericana Dicho foro, que ha venido fortaleciéndose gracias al constante apoyo proporcionado por los Jefes de Estado y de Gobierno, así como por otras autoridades, ha servido de plataforma a discusiones e intercambios, que han permitido la materialización de proyectos diversos, para beneficio de los hombres y mujeres de Iberoamérica. Según la temática planteada en Asunción, los países de la región han demostrado ser incapaces de responder a la pregunta de cómo debe comportarse un Estado frente a su obligación de generar bienestar, cuando Latinoamérica está pasando por un periodo de bonanza excepcional. El momento, por tanto, es propicio para concentrar esfuerzos en políticas que tiendan a mejorar la capacidad de respuesta de la región, y de cada país, dentro de ella, frente a los desafíos de la crisis que todavía permanece y de otras, que con seguridad se presentarán en el futuro. Advierten también que aún cuando la democracia instrumental ha logrado imponerse en América Latina, lo cierto es que no se ha sabido ahondar en el proceso de dotarla de calidad, profundizándola de manera uniforme y traduciéndola en un mundo de oportunidades reales para el conjunto social, sin distingos de naturaleza ninguna.