Respondiendo a esta demanda ciudadana, Esperanza Aguirre se ha pasado de prudente al reclamar una especie de cogestión entre la Comunidad de Madrid y el ministerio de Fomento de lo mismo ya concedido por Zapatero a Cataluña: el aeropuerto y las Cercanías. Sin embargo, la ministra Elena Salgado ha saltado como una pantera: “No hay un Estatuto que ampare esta petición”.
Y es que en la Comunidad y en la capital gobiernan “las derechas”, y no mediante arreglos post electorales, por supuesto legales, como el derrotado PSC gobierna en Cataluña, sino por nítida y rotunda mayoría absoluta.
Ya se sabe que, en la doctrina actual de La Moncloa, al enemigo -eso del adversario era cosa de las debilidades de la transición- ni agua. Menos mal que el agua se gestiona por la Comunidad, por cierto, con admirable eficacia.