Para algunos medios informativos, el llamado Caso Magdalena Álvarez acabó en el instante mismo en que terminó el debate en el Congreso. Otros medios lo prolongan y pretenden hacer de él el asunto de final de la legislatura: el PP, que podría dedicarse en mayor medida a sus problemas con la UPN del Miguel Sanz, ha hallado en "la incompetencia notable" de la titular de Fomento el asunto que quisieran que terminara en su destitución o que forzara al presidente del gobierno a comparecer en la Cámara para apoyar a su ministra. Ninguna de estas cosas parecen probables, por más que algunos otros grupos parlamentarios, como CiU, ERC e ICV quisieran conseguir la reprobación parlamentaria de la ministra.
Pero será difícil que obtengan el apoyo definitivo de los populares, porque eso les obligaría a reclamar mayores aportaciones del Estado a las infraestructuras catalana... en detrimento de las infraestructuras de otras regiones. Y por esa exigencia no pueden pasar ni populares ni socialistas. Todo está muy medido y tasado: el puede sostener que la ministra es inadecuada e ineficaz, pero difícilmente se puede sostener que Cataluña recibe poco dinero del Estado, después de las concesiones, que a muchos parecen ya excesivas, que el gobierno socialista ha efectuado al tripartito catalán. De ahí que el debate pueda concluir pronto, o reducirse a unos pocos medios o ámbitos de opinión.
Por lo demás, se ha sabido que el presidente Zapatero preparó con Magdalena Álvarez su comparecencia, y que le felicitó efusivamente a su término. No pudo estar plenamente de acuerdo con algunos modos y formas de expresión de "Maleni" o "Mandatela", como fue bautizada la ministra en su anterior paso por el gobierno andaluz, pero sí en la esencia de sus afirmaciones y los datos en que se apoyaba: el gobierno pretendía trasladar el mensaje de que está haciendo aportaciones sin precedentes a las infraestructuras catalanas, pero que esas mejoras en AVE, en trenes de cercanías, o en el aeropuerto de El Prat no se podrán comprobar de inmediato, aunque en muchas de tales obras hay fechas de compromiso estricto, como la inauguración, el 21 de diciembre, de los trenes AVE Madrid-Barcelona y la paralela mejora de los servicios de Cercanías, algunos de los cuales están pendiente de las obras del AVE.
Por lo demás, el debate sobre "la temporada negra" de las infraestructuras catalanas habrá servido para acelerar esas obras y esas infraestructuras, pero también, y eso les consta sobre todo a los políticos catalanes, habrá servido para acelerar la presencia de instituciones catalanas en los entes de dirección de esos servicios, que hasta ahora tenían dependencia directa del ministerio de Fomento. De momento,el secretario de Estado de este departamento ya tiene residencia en la Ciudad Condal.
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