La Delegación del Gobierno niega haber presionado al alcalde de Guadarrama para que abriera la A-6

García Fernández aseguró este sábado que simplemente se lo pidió sin plantearle "nada más", y añadió que la señalización de la zona, que pudiera confundir a los conductores en relación con el peaje de la A-6, no está mal, pero "evidentemente se puede mejorar y probablemente se tratará" de hacerlo.

El subdelegado explicó que Tráfico había pedido que se le notificara al alcalde la necesidad de que la antigua N-VI a su paso por Guadarrama estuviera abierta a mediados de agosto, porque su cierre provocaba retenciones en la AP-6, la autovía que comunica Madrid con el noroeste de la Península. El cierre por obras de uno de los tres túneles de la AP-6 en Guadarrama ya había causado retenciones kilométricas en la 'operación salida' de agosto.

El regidor había cerrado el tramo de la carretera que cruza el pueblo, de dos kilómetros, desde las seis de la tarde a las seis de la mañana durante las fiestas patronales, a mediados de agosto, dado que es de titularidad municipal desde que hace seis meses se la cedió Fomento (ahora es la calle de Alfonso Senra).

"Yo le insistía", dijo el subdelegado, "en que los municipios no son islas; por consiguiente, las decisiones de tráfico que se adopten dentro de una localidad pueden repercutir" en la circulación general de las vías próximas. "Eso es todo, yo le rogué que abriera la N-VI, no lo hizo y punto", zanjó.

Para el regidor, los atascos en la AP-6 los originan los túneles de la autovía y no Guadarrama. Los vecinos de esta localidad (unos 15.000 habitantes) están divididos sobre el cierre al tráfico de la calle de Alfonso Senra. Mientras unos prefieren que se cierre la vía durante las fiestas patronales o para la celebración de un mercadillo medieval, otros se quejan de los atascos que provoca en el municipio esta medida.