Dos izquierdas distintas

Este Criti.com no estuvo en la rueda de prensa de presentación de Público por Roures y Benet porque aquí no vamos a donde no somos invitados, y lo de las invitaciones fue de desastre, hay que decirlo mientras deseamos toda la suerte del mundo a este nuevo diario con aspecto de gratuito, pero que costará, cuando salga, medio euro, como ya les hemos contado sobradamente en este periódico.

En fin, que aunque el pasado miércoles, día 19, tenía que haber sido la presentación oficial -es decir, fiestorro- en la Casa de Campo de Madrid y la salida de 'Público' al público tenía que haber sido el jueves, día 20, por problemas 'de imprenta' -dicen- se ha retrasado la presentación al próximo día 25 de septiembre y la salida al mercado un día después.

Ya ha contado este diario que dieron un disgusto a Zapatero negándose a aplazar la salida hasta abril, después de las elecciones. No quería ZP que le acusasen de pilotar (otro) medio de comunicación como factor de ayuda a su campaña. NI quería, claro, que se le enfade la casa Prisa, que acusa al presidente menos que veladamente de echar una mano a esta nueva competencia en el tráfico futbolístico, televisivo y, ahora, periodístico de papel.

Pero Prisa no va a atacar demasiado al Gobierno de aquí a marzo. Aunque haya semipactado con el PP que los chicos de Rajoy volverán a dejarse ver por El País y dejarse oír, sin que se note demasiado que claudican, en la SER. Pero el jueves, en el acto solemne celebrado en el Bellas Artes en memoria de Jesús Polanco, Juan Luis Cebrián iba repitiendo por los corrillos que la derechota no debe alegrarse, que el imperio que él pretende controlar no va a ir por ahí sacudiendo de lo lindo a Zapatero. Aunque tengan ganas.

Por cierto, menudo discursito el de Cebrián en el acto de homenaje a Polanco. Agrio, disparando contra la COPE, que es lo que a él le gusta (dicen que es precisamente la COPE la razón por la que no piensan dejar de apoyar al Gobierno). Desmintiendo que él intervenga en las cosas del diario, aunque algún editorial reciente sí que lo haya endurecido él. Hablando maravillas, en público, del director del periódico, cada día más controvertido en la redacción, dicen.

El caso es que en un sitio, allá por la carretera de Extremadura, una izquierda descorbatada se presentaba en una semiclandestinidad: no han tenido suerte ni en la convocatoria del acto ni en la fecha de salida, pero eso no quiere decir nada. En otro, en el centro de Madrid, medio Consejo de Ministros se congregaba para homenajear al gran editor muerto. Mucho coche oscuro con coger, todo corbatas -menos gente como Peridis, claro- y un enorme montaje. Pero allí también faltaba el otro Madrid, desde luego. Ellos, cada uno de ellos, a su clientela.

Y Zapatero, que no quiso acudir a ninguno de los dos actos, como era lógico. Una de las dos izquierdas ha de helarte el corazón.