Daniel Sirera, el flamante hombre fuerte del PP catalán no sólo suscita críticas entre los adversarios del partido, lo que no deja de ser normal, si no en el suyo propio. Ha trascendido que un grupo de diputados del PP en el parlamento de Cataluña están molestos ante lo que consideran radicalización de su organización. Los diputados se situarían en la estela de lo que intentó poner en marcha Piqué: “un catalanismo suave”. Entre los críticos se cita a Francesc Vendrell, que está a punto de dejar su escaño y volver a la vida civil y a otros, como Enric Millo, que fue un fichaje de Piqué procedente de UDC, junto con el leridano Montaña o la inefable Montserrat Nebrera, también fichada por Piqué.
En los círculos críticos se acusa a Siera de haberse radicalizado hacia la derecha más españolista haciendo perder centralidad al partido y aceptar que la organización se gobierne, de hecho, desde el despacho de Ángel Acebes, en la calle Génova de Madrid.
Pero no son estas las únicas preocupaciones de Sirera. En el partido se busca una cara que permita conseguir los ansiados diez diputados en Madrid, que revalidarían el cambio interno. Se barajan diversos nombres. El que parece tener más números es Jorge Fernández Díaz, un veterano del partido, bien visto en Madrid y Barcelona y con un perfil inequívoco. Pero también suenan otros como Nebrera, que intenta estar en todas las salsas o, el que ha lanzado el diario Mundo en su edición catalana, Alejo Vidal-Quadras. Este último, con gran mordiente dialéctica serviría para neutralizar, asumiendo su discurso principal, a Ciutadans y su entorno.
Si (
No(
.jpg "Ya tenemos vídeo del año: Pedro Sánchez responde a un hombre que le acusa de tener 'el culo roto' por los independentistas")
.jpg "El 'Rey del cachopo' confiesa por carta su asesinato y pide perdón, pero su abogada anuncia que recurrirán")
