Correa arremete contra empresarios y garantiza seguridad jurídica

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ofreció seguridad jurídica y proyectos rentables pero sólo a las empresas que apliquen políticas laborales justas y no a aquellas que consideró que durante años han saqueado su país

En la clausura del III Encuentro Empresarial Iberoamericano, celebrado en Santiago de Chile en paralelo a la XVII Cumbre Iberoamericana, Correa arremetió con dureza contra los empresarios que en las últimas décadas han actuado como "depredadores, aves de rapiña y rapaces saqueadores".
El dirigente izquierdista les consideró "causantes de la más devastadora crisis humana moral y económica del Ecuador en el siglo XX".
Pero hoy abrió las puertas de Ecuador a lo que llamó "verdaderos empresarios", quienes, a su juicio, "se juegan su destino" y su obligación debe ser sacar "a los mercaderes de los templos de América Latina".
Antes había explicado que su país cuenta con 4.000 concesiones mineras, "donde el Estado es dueño de los recursos pero no tiene regalías", habló de leyes anodinas promulgadas al dictado del Banco Mundial y comentó que "incluso hay trasnacionales que no pagan impuestos porque declaran pérdidas".
"Una de las grandes víctimas fue la clase trabajadora. Había un reglamento laboral de contrato por horas (...), a un dólar por hora. Esto ha producido, entre otras cosas, una tremenda reducción del ingreso respecto al capital", agregó.
Ante un foro formado por empresarios e integrantes de organizaciones sociales, el mandatario andino insistió en que éstos "no son ejemplos aislados, ni exagerados de lo que ha ocurrido en Ecuador y en América Latina".
"Esa clase de inversión Ecuador no la desea, podemos prescindir de ellos, es más, será difícil sobrevivir con ellos. Es por eso que el Gobierno de la revolución ciudadana está haciendo una depuración", aseveró.
"Pero bienvenidos los verdaderos empresarios que generan riqueza, fuentes de trabajo, que paguen salarios justos, que paguen tributos, que respeten a los trabajadores", exclamó entre los aplausos de una buena parte del público.
Según Correa, "la verdadera inversión florece en países con políticas claras, con seguridad jurídica clara, con gobiernos de manos limpias", al garantizar que "Ecuador tiene un gobierno abierto, con políticas claras y proyectos extremadamente rentables".
Asimismo exigió creatividad para crear riqueza y justicia social y consideró que "los salarios deben ser mínimos pero de ninguna manera injustos".
Adelantó que su Gobierno está "trabajando en nuevas relaciones capital-trabajo mucho mas justas, donde se puedan pagar esos salarios mínimos, donde las empresas no puedan cobrar utilidades hasta haber alcanzado para todos los trabajadores un salario justo".
"Para los amigos del Socialismo del Siglo XXI, Ecuador es amigo de los verdaderos empresarios", concluyó en su discurso ante la atenta mirada de sus colegas de Chile, Michelle Bachelet, y de El Salvador, Elías Antonio Saca, así como del Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias.
Poco antes, tras aterrizar en el aeropuerto internacional de la capital chilena, el líder ecuatoriano, afín a sus aliados y amigos Hugo Chávez y Evo Morales, había saludado con un "hasta la victoria siempre" al agradecer al pueblo chileno su cálida acogida.