Según informó la Ertzaintza, después de desactivar la primera bomba por la madrugada, se procedió a revisar las cámaras de seguridad de los juzgados, descubriéndose cómo dos individuos depositaban algo en la citada papelera que se encuentra en frente de la sede judicial.
La Policía autonómica procedió a acordonar de nuevo la zona poco antes de las dos de la tarde y la Unidad de Explosivos logró desactivar la bomba.
Todo comenzó por la mañana, cuando SOS Deiak fue alertada, sobre las seis y cuarto, de la colocación de un primer artefacto por un comunicante anónimo que decía hablar en nombre de ETA. El comunicante advirtió de que el artefacto haría explosión media hora más tarde.
La Ertzaintza acordonó la zona y localizó una mochila junto a los juzgados, en la que se hallaba una olla con cinco kilos de cloratita, cordón detonante y un temporizador. Finalmente, la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Policía autonómica pudo desactivar el artefacto.