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Sostiene Moncayo

lunes 12 de noviembre de 2007, 17:24h
Sostiene Moncayo que inició su caminata desde Sardoná, un pueblecito del departamento de Nariño, que linda con la República del Ecuador, en el extremo sur del país, rumbo a Bogotá, la capital de Colombia, para exigir a la guerrilla de las FARC y al Presidente Uribe la liberación de su hijo Pablo Emilio Moncayo, secuestrado por las FARC el 12 de diciembre de 1997 en la Toma de Patascoy.

Sostiene Moncayo que su hijo, cabo segundo del Ejército Colombiano, y el también cabo segundo Libio Martínez, son los militares que más tiempo llevan en poder de la guerrilla.  Sostiene también que su hijo se encontraba de servicio en una repetidora del ejército colombiano, cuando en un ataque de las FARC murieron diez soldados, cuatro fueron heridos y otros dieciocho fueron secuestrados, entre ellos su hijo.  Que en 2001 fueron liberados dieciséis rehenes de este grupo, gracias a un acuerdo entre el Gobierno y las FARC, en intercambio por catorce guerrilleros enfermos, pero que su hijo no fue liberado.

Sostiene Moncayo que su hijo es uno de los más de 3.000 militares que continúan en poder de la guerrilla.  Sostiene que es necesario un Acuerdo Humanitario que permita el intercambio de rehenes y que si no hay una salida política y negociada al conflicto, si no hay un proceso de paz, la violencia que asola Colombia desde hace cincuenta años seguirá perviviendo.

Sostiene Moncayo que tras 46 días caminando, atravesando siete departamentos y recorriendo 1.200 kilómetros llegó a Bogotá el 1 de Agosto y decidió instalarse en la Plaza de Bolívar.  Que recibió la ayuda del Alcalde de la capital, Luis Eduardo Garzón, sindicalista al que los trabajadores colombianos conocen como Lucho Garzón.  Que fue recibido por miles de personas y que el Presidente de la República, el Señor Uribe, le concedió una entrevista.  Sostiene Moncayo que él acudió al encuentro aguardando buenas noticias pero que las lágrimas inundaron sus ojos, los de su mujer y sus hijos, cuando el Presidente anunció que no hay posibilidad alguna de que el gobierno permita un despeje para facilitar el intercambio.  "Ni un milímetro de territorio" fueron sus tajantes palabras.  Sostiene también que el Presidente manifestó que "liberen a los secuestrados primero y luego nosotros liberaremos a los guerrilleros presos en Colombia".

Sostiene Moncayo que no quiso en manera alguna ofender al Presidente de la República cuando le reclamó que él no era "dueño de la vida", ni cuando calificó de "politiquera" la posición del Señor Uribe como la de la Guerrilla tirofijista, contrincantes dedicados a lanzarse acusaciones sin buscarle salida al conflicto.  Sostiene que se siente entre dos tapias infranqueables y que ni los voceros de la guerrilla, ni los del Gobierno son capaces de salir de los lugares comunes para abrir puertas a un Acuerdo Humanitario que permita el regreso de su hijo y que facilite el inicio de una salida política y negociada al conflicto.

Sostiene Moncayo que él es tan sólo un maestro del Colegio Santo Tomás de Aquino de Sardoná.  Que su caminar por Colombia, Bélgica, Francia, Italia, El Vaticano, Alemania o España, acompañado de su hija Yuri Tatiana, le han reabastecido de un caudal de solidaridad y generosidad sin límites. Que la bendición del Papa a su hijo y sus oraciones por los secuestrados y su apoyo a la salida pacífica para los secuestrados le consuela, pero que ni su corazón, ni su mente están en paz, porque los días pasan y su hijo y los secuestrados siguen allá desperdiciándose, cautivos en el monte.

Sostiene Moncayo que en su caminar miró la tristeza de los que se encuentran a la vera del camino.  Que se cuentan por miles y aún millones los desplazados, asesinados y víctimas de los paramilitares, el Gobierno o la guerrilla y que ha cosechado a manos llenas fuerza para regresar a Colombia a seguir caminando o a esperar en la Plaza de Bolívar hasta que se concrete el intercambio.

El día 8 de noviembre se celebró en Fuenlabrada la Asamblea de Mujeres por la Paz, los Derechos Humanos y Contra la Guerra en Colombia.  Los días 9, 10 y 11 se celebró la II Plenaria Internacional por la Paz en Colombia en Getafe, convocada por la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz en Colombia y la Asamblea Internacional de la Sociedad Civil por la Paz en Colombia, organizada por la Fundación Madrid Paz y Solidaridad de CCOO y con el apoyo de los Ayuntamientos de Getafe y Fuenlabrada, el Foro Social de Madrid, la Agencia Española de Cooperación Internacional, la Plataforma 2015 y Más y la Fundación Economistas sin Fronteras.  En la Plenaria, además de numerosas mujeres, representantes sindicalistas, políticos y de la sociedad civil, participó el caminante por la Paz, Gustavo Moncayo.

Colombia merece una oportunidad para la paz.
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