La Junta de Personal del área sanitaria número 1 de Toledo convocó esta concentración, de quince minutos, en protesta por el aumento de la violencia hacia los profesionales sanitarios, el último caso, la agresión sufrida por un trabajador del este hospital.
Según explicó el propio agredido, Antonio de la Cruz, el ataque tuvo lugar el pasado domingo, 4 de noviembre, cuando una mujer lo insultó y golpeó tras echar a un familiar suyo "correctamente" de los paritorios, en el desarrollo de su labor profesonal como celador del Virgen de la Salud.
Tras la concentración, el presidente de la Junta de Personal, Jesús Porro, leyó un manifiesto en el que subrayó que los profesionales sanitarios están sufriendo una "falta de confianza y de respeto" por parte de los usuarios que, en algunas ocasiones, degenera en "agresiones verbales diarias y, a veces, físicas".
La Junta de Personal destacó que tanto el personal sanitario como el no sanitario del Área de Salud de Toledo trabaja con la "mayor dedicación y profesionalidad para tratar de atender la gran demanda existente y dar la mejor atención al enfermo".
Pero según denuncia la Junta de Personal, el "colapso existente en las infraestructuras y la falta de personal para atender la gran presión asistencial, en muchas ocasiones limita el tiempo dedicado a la información de familiares", lo que, "a veces, desencadena la agresiones".
Por todas estas razones, desde la propia Junta de Personal se exige que se "ponga en práctica y sea eficaz" el Plan Perseo del SESCAM que recoge la conciliación entre trabajadores y usuarios y que ampara a los profesionales sanitarios ante las agresiones.
En relación a este Plan, Porro indicó que no se está aplicando puesto que el mismo no incluye solamente la "seguridad del centro con la instalación de cámaras o la contratación de vigilantes sino también defender jurídicamente al profesional y al usuario cuando surgen estos problemas. Eso no está ocurriendo". "El Plan Perso es mucho más y hace falta aplicarlo en su totalidad", manifestó.
Agresiones
Respecto a la agresiones, Porro recordó que en los últimos meses, al menos, se han denunciado tres, aunque el problema real no es solo la agresión puntual sino la falta de respeto del usuario hacia los profesionales sanitarios.
Por su parte, De la Cruz lamentó que en el juicio rápido que se celebró a la agresora solo se le hayan impuesto 300 euros de multa y 12 días de arresto menor pese a que, si aquel día no llega a encontrarse cerca de la puerta donde están los guardias de seguridad, lo "matan a patadas".
El celador del hospital Virgen de la Salud lamentó, asimismo, que sus jefes no acudieran al juicio aunque agradeció el apoyo de todos sus compañeros.
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