300 nuevos guardias civiles ‘controlan’ a ETA y los abertzales en el País Vasco

Policías y políticos dudan de la existencia de conversaciones secretas entre dirigentes del PSE y de ETA. Entre otras cosas, porque, según ha podido saber Diariocrítico de fuentes bien informadas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dispuso hace meses el envío de otros 300 guardias civiles para hacer seguimientos a señalados objetivos abertzales y de ETA, a uno y otro lado de la frontera con Francia. “Nadie se puede mover sin que lo sepan los servicios de información”, afirman estas fuentes.

Estos datos vienen a colación de la información publicada por un diario de Madrid, según la cual el director adjunto Operativo de la Policía (DAO), Miguel Ángel Fernández-Chico, envió una ‘nota informativa’ a la Comisaría General de Información para su seguimiento y averiguación de su veracidad. Esa nota comentaba la posibilidad de que dirigentes del PSE se hubieran reunido hace escasas fechas con representantes de ETA fuera de nuestras fronteras.

Según estos medios políticos y policiales, la tal ‘nota informativa’ –que, efectivamente, existe, según confirmábamos en este diario el miércoles- habría sido elaborada por un miembro adscrito a la Brigada Operativa Adjunta (BOA, una especie de ‘espías’ dependientes directamente del DAO Fernández-Chico- y remitida al DAO de la Policía. Fernández-Chico, en una especie de ‘cabriola’ inexplicable, la remitió a la Comisaría General de Información, en concreto a la UCI.

Así, pues, la nota existe en la UCI, según nos confirman medios policiales, pero se duda de la veracidad de la misma, puesto que sólo recogería rumores contrastar. De ahí que se remitiera a la UCI para su estudio e investigación.

Ahora bien, de los más de 300 efectivos enviados al País Vasco por Interior para controlar a los abertzales y a los etarras –éstos, tras la frontera- hay componentes de los servicios de información, tanto de la UCI como del CNI, lo cual dificulta los movimientos no sólo de los etarras y batasunos, sino también de los políticos que quisieran reunirse con éstos.

El nivel de acierto en capturas de comandos terroristas o de miembros activísimos de la kale borroka tiene mucho que ver con la nueva política de Interior respecto a ETA y el mundo abertzale, una de cuyas medidas ha sido, precisamente, la de reforzar al máximo los mecanismos de seguimiento, investigación y control en el País Vasco y tras la frontera con Francia. Ésa es la labor del refuerzo de los más de 300 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que han llegado a Euskadi en los últimos meses. Todos, claro, después de la ruptura de la tregua por ETA.