Batalla campal entre extremistas y antidisturbios en Embajadores

La manifestación, apoyada durante toda la semana por muchas asociaciones y colectivos de izquierdas, comenzó a las 17.00 horas en Atocha, donde agentes del Cuerpo Nacional de Policía comenzaron a pedir la documentación a algunos asistentes a la concentración.

Un grupo de los manifestantes, al llegar a la Glorieta de Embajadores, lanzó botellas a la policía y prendió fuego a los contenedores, por lo que los funcionarios policiales se vieron obligados a cargar contra la muchedumbre para dispersarla.

Conviene recordar que la concentración había sido prohibida, por su posible caracter violento, por la Delegación de Gobierno y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Testigos presenciales también señalaron que a la concentración acudieron cerca de 1.000 personas que, bajo consignas como 'No, no no, fascista no' o 'Lo llaman Democracia y no lo es', cubrieron el trayecto entre Atocha y Legazpi.   

"Peligro para las personas"
La Coordinadora Antifascista solicitó la reunión a la Delegación bajo el lema "Madrid antifascista, anticapitalista y antirracista" y ésta la prohibió argumentando que el recorrido de los antifascistas "ponía en situación de peligro grave a las personas y a los bienes".

La Coordinadora recurrió la decisión ante el TSJM esgrimiendo que ha realizado en los últimos años manifestaciones coincidiendo con estas fechas "sin ningún tipo de incidente" y con un comportamiento en todo momento correcto por parte de los manifestantes.

En el recurso presentado al TSJM, los antifascistas muestran su sorpresa ante el hecho de que la Delegación "haya permitido la celebración de otras tres manifestaciones con lemas que objetivamente incitan a la violencia por cuanto homenajean a los representantes y dirigentes de regímenes antidemocráticos".

Pese a todo, la Coordinadora Antifascista mantuvo la marcha. "Miles de personas saldrán a la calle masiva y pacíficamente", según un comunicado.

Estos incidentes se produjeron apenas dos días después de una manifestación convocada por el Sindicato de Estudiantes, también en recuerdo al joven asesinado, que acabó en un enfrentamiento entre radicales y se saldó con tres heridos, dos de ellos policías, y una joven detenida.