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Radiografía de la Escuela Rural en Castilla-La Mancha

“Algunos alcaldes pensaron… ¡Ostras! Ahora me va a tocar pagar la calefacción de la escuela”
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(Foto: Diariocrítico de Castilla-La Mancha)

“Algunos alcaldes pensaron… ¡Ostras! Ahora me va a tocar pagar la calefacción de la escuela”

Marco Antonio Campos, presidente del Foro de la Escuela Rural analiza el presente y el futuro educativo en los pueblos

jueves 01 de octubre de 2015, 21:11h
Marco Antonio Campos es profesor de escuela rural. Trabaja en Cifuentes (Guadalajara) y lo hace por convicción. “Casi todo el mundo busca como objetivo irse a la ciudad”, explica, aunque es cierto que la mayoría de los maestros inician su etapa profesional en los pueblos.
Todavía no hace ni un mes del inicio del nuevo curso escolar y desde su faceta de presidente del Foro de la Escuela Rural contempla con cierto alivio el nuevo panorama en la educación rural castellano-manchega, del que nos hace una radiografía.
Han reabierto 20 de los 70 centros unitarios que se cerraron durante la anterior legislatura y este foro, conformado por 200 colectivos de toda Castilla-La Mancha, habla de “tranquilidad en las familias” porque “había cierta angustia en aquellos lugares donde se estaba rozando el grupo mínimo de 11 alumnos”. Ahora los centros se reabren con tan sólo cuatro alumnos matriculados y las cosas parecen -aunque no lo sean- algo más sencillas.
Hace cuatro años, la Administración Cospedal alegaba razones económicas, de calidad educativa, de inestabilidad en las plantillas de profesores y hasta de igualdad de oportunidades.
No todas esas razones se han compartido desde el Foro de la Escuela Rural. “Los motivos económicos no terminaban de salir porque los gastos de funcionamiento del centro corren a cargo del ayuntamiento mientras que la Consejería solo abona el sueldo del maestro”, asegura Marco Antonio Campos.
En su opinión es un error dimensionar la escuela rural por cuestiones económicas porque “no ahorras dinero o si lo haces es una cantidad ridícula. Sí, cierras el centro pero a los niños hay que llevarlos en autobús que requiere conductor y cuidadora y terminan siendo más sueldos”.
“El PP no fue consciente de la tierra que estaba gobernando”
Este maestro cree que estos cierres terminaron pasando factura a Dolores de Cospedal en las urnas.
“Ellos (por el PP) tienen una forma de pensar con respecto a ciertos servicios como la escuela rural, las urgencias, los juzgados en pueblos como Sigüenza… Es decir, que los servicios para poca gente son un despilfarro y eso no es ser conscientes ni entender la tierra en la que estaban gobernando”.
Pero lo cierto es que hoy el Partido Popular sigue pensando lo mismo.
Esta misma semana insistía en que la escuela rural, los llamados centros rurales agrupados o CRA, “debilitan la calidad educativa” y, según afirmaba el diputado del PP por Guadalajara, Lorenzo Robisco, en una de sus intervenciones en las Cortes regionales “es un craso error que haya niños de distintas edades en la misma aula”.
Desde el nuevo Gobierno socialista se mantiene que el cierre de 70 escuelas rurales durante la legislatura de Cospedal significó “anular derechos” que ahora se han recuperado para “garantizar la igualdad de acceso” escolar.
“El cierre de escuelas rurales fue un acelerador de la despoblación”
Todo un debate en torno a los males endémicos de las áreas rurales castellano-manchegas en las que dos terceras partes de los municipios tienen menos de 1.000 habitantes. “Si eliminas los servicios básicos lo que haces es cargarte el pueblo”, asegura Marco Antonio Campos.
La despoblación es una constante y una de las consecuencias de las decisiones tomadas durante la última legislatura según el Foro de la Escuela Rural. “El cierre de centros unitarios fue un acelerador de la despoblación, aunque se nos dijera que era algo coyuntural, por la crisis”.
Reabrir centros rurales…no tan fácil
Cuatro años después, no hay decepción por el hecho de que sólo hayan reabierto 20 de los 70 centros cerrados, sino una buena dosis de realidad. Algunas familias han preferido mantener a sus hijos en los centros a los que fueron derivados. “Lo entendemos, era volver a cambiar, dejar a los amigos que habían hecho sus hijos…”.
En otros casos, ni siquiera se llegaba al mínimo de cuatro alumnos. A eso se suma que la Junta cerró el plazo para solicitar la reapertura el 25 de julio. “El plazo para que los ayuntamientos lo solicitasen fue el que fue, en pleno verano, y no ha dado tiempo”, aunque algunos se plantean intentarlo el próximo curso.
Además, había que contar con la “sensibilidad” del alcalde porque un centro educativo supone un desembolso importante para los ayuntamientos, sobre todo si hablamos de pueblos tan pequeños. “Algunos alcaldes pensaron… ¡Ostras! Y ahora me va a tocar pagar 3.000 euros de calefacción y por eso han preferido que venga el autobús y se los lleve al pueblo de al lado”, relata Marco Antonio Campos que, sin embargo, reconoce que la mayoría han sido receptivos a la reapertura.
Pero los problemas de la Escuela Rural van más allá de las aulas unitarias. “No estamos satisfechos porque el problema no está sólo en la educación obligatoria sino en que no hay suficientes servicios de Bachillerato ni de Formación Profesional y los chavales con 16 años tienen que abandonar el pueblo”.
Ni siquiera el transporte es gratuito para este tipo de alumnos. Hace cuatro años fue otro de los servicios eliminados.
El Foro de la Escuela Rural pide ahora “que se mire no tanto el número de este tipo de alumnos como el ámbito territorial al que se da servicio. Pongo un ejemplo, que no piensen en que hay 20 alumnos, sino en que se está atendiendo a 30 pueblos”.
“En las universidades no te preparan para ser maestro rural”
Los maestros son otra cuestión. “Nuestros pasillos son carreteras”, explica y al horario de clases hay que sumarle el viaje hasta el pueblo. Las plantillas no son estables, lamentan desde el Foro. Más del 50% de maestros cambian de centro cada año.
Pero no es el único problema. “Casi todos los maestros pasan por un centro rural pero no se ha recibido formación. Es una realidad para la que no te preparan las universidades. Por ejemplo… para dar clases a niños de muy diversas edades al mismo tiempo”.
“Necesitamos cierta formación y la reclamamos tanto para futuros maestros como para los que ya ejercen”.
¿Y la Junta que dice?, preguntamos. “Estamos contentos porque se nos ha escuchado” dice Marco Antonio Campos. “Vimos receptividad, sobre todo en lo que se refiere a la formación” pero lo cierto es que la Consejería de Educación habla ya de objetivos de cara al próximo año.
Ahora el Foro de la Escuela Rural se plantea crecer y colaborar con la Administración asesorando sobre aquello de lo que más saben.
“No luchamos por derechos laborales sino por mantener una educación de calidad en los pueblos que al final beneficia a todos. No somos un colectivo de docentes también hay familias, vecinos, asociaciones, empresarios”, recalca.
Y añade que el colectivo “no nació con el espíritu de ser un foro reivindicativo sino solo ocupar un espacio, algo que podía haber hecho la propia administración. Solo queremos velar por que se busquen soluciones a los problemas de la educación rural”.
La Escuela Rural, el ‘hermano pobre’ de la LOMCE
Y es que ni siquiera la LOMCE considera a este tipo de centros educativos. “Estamos peor que antes, no se nos tiene en cuenta, más allá de que haga mención a la singularidad de la escuela rural pero sin profundizar. Nos gustaría que hubiera legislación específica e incentivos para estabilizar plantillas porque nos hemos quedado tan desangelados como antes”.
Lo mismo puede aplicarse al ámbito de las nuevas tecnologías que, según Campos, son “vitales” para el trabajo del maestro rural.
“Ya que los libros de texto no recogen la realidad en el aula, podemos compensarlo con las nuevas tecnologías, con el material al que podemos acceder a través de internet”. Y aquí…otro escollo. Su escaso presupuesto no les permite grandes dispendios y tampoco son el ‘ojito derecho’ de las editoriales. “Aunque oficialmente no se diga, prefieren regalar material como pizarras digitales a aquellos centros que compran mayores lotes de libros. Y a nosotros eso no nos llega”.
Así que toca compartir ordenadores y rezar para que la conexión no falle. Ese es otro de los problemas de los pequeños pueblos. La tecnología no es ni tan accesible ni tan rápida.
Con todo, el Foro de la Escuela Rural no desiste. Se propone “crear conciencia. La escuela rural es una necesidad en Castilla-La Mancha y la alternativa no es el cierre sino la mejora”.
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