Néstor Kirchner -uno de ellos- le preocupa que digan que es una "pantomima mediática"

El ex presidente argentino negó el pasado sábado que la misión internacional para la entrega de tres rehenes de la guerrilla colombiana de las FARC sea una "pantomima mediática", y dijo que los garantes acuden con la mejor voluntad.

Sólo con detenerse en la declaración, se genera de inmediato una reflexión… ¿Los mismos actores sienten que es una farsa? Arribos teatrales, fotografías, gestos, pantomimas están a la vista aunque el Sr. Kirchner diga "Ninguno de los que está aquí presente viene a tratar de generar sobre el drama (de los secuestrados) una pantomima mediática", tras su arribo a la ciudad colombiana de Villavicencio, desde donde se espera que el domingo parta hacia un lugar selvático para recibir a los cautivos.

Llama el gran amigo de Hugo Chávez, director, productor y primer actor de esta tragicomedia, “Irresponsables a quienes cuestionan el sadismo y la ridícula manera de llevar un asunto tan dramático. Kirchner agrega: "Solamente alguien de una absoluta irresponsabilidad, de un absoluta falta de criterio plantearía ese tema", agregó el esposo de la presidenta argentina, Cristina Fernández, interrogado sobre el gran despliegue logístico y mediático que rodea la entrega.

Kirchner sostuvo que él y los delegados de los gobiernos de Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Francia y Suiza, quienes llegaron procedentes de Venezuela, han "conversado profundamente" y vienen a Colombiana "preocupados, responsables y humildes a buscar" soluciones al problema de los rehenes. "Todos los comisionados venimos con la mejor de las voluntades, con absoluta racionalidad y responsabilidad a tratar que esta misión sea llevada a cabo con éxito", subrayó.

De la comitiva hace parte el cineasta estadounidense Oliver Stone, cuya presencia destacó Kirchner y que para muchos está resultando menos teatrero que la comandita de políticos y figurones que rodean a Chávez, “Estrella” del guión que desarrollan en este momento.

El ex gobernante dijo que mantuvo temprano un diálogo privado con el presidente colombiano, Alvaro Uribe, y confió en que "en un tiempo no muy lejano" se pueda concretar el canje de al menos otros 40 rehenes por 500 prisioneros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Asimismo, hizo votos por la normalización de las relaciones entre Colombia y Venezuela, en crisis por la decisión de Uribe de cesar a Chávez en la mediación que cumplía para el canje humanitario.

"Los presidentes de Colombia y Venezuela sabrán estar a la altura de la historia y de sus responsabilidades", afirmó, interrogado sobre la posibilidad de reactivar la mediación de Chávez.