El cadáver del ecuatoriano Carlos Alonso Palate, fallecido en el atentado perpetrado por ETA el pasado sábado en el aeropuerto de Madrid, llegó este viernes a su tierra en Ecuador, donde los suyos lo recibieron con amargura y sin explicarse por el demencial acto terrorista que acabó con su vida. Su féretro llegó primero al aeropuerto de Quito, poco después de la medianoche, y tras los tramites de rigor fue embarcado en una furgoneta rumbo a Picaihua, una barriada pobre de la ciudad andina de Ambato, a unos 130 kilómetros al sur de la capital.
Tras un retraso de casi media hora, por el mal tiempo en Quito, el avión Boeing 707 del Ejército del Aire español aterrizó, en el aeropuerto "Mariscal Sucre", donde desembarcaron más de una decena de familiares. El embajador de España en Quito, Juan María Alzina, y miembros de su legación, así como de la Cancillería ecuatoriana, recibieron a los familiares de Palate y a la secretaria del Estado español para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, que también les acompañó.
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Jiménez expresó a los periodistas el pesar que embarga al Gobierno español por el fallecimiento de Pelate en un acto terrorista de ETA, cuando parecía que un proceso de paz se acercaba. España, dijo Jiménez, "que ha sufrido los embates del terrorismo en los últimos 40 años", tiene diseñado un plan de indemnizaciones a todas las víctimas de los atentados, que también se concretará con la familia del ecuatoriano, a quien puso como parte de la sociedad española, al reconocer que trabajó en ese país en los últimos cinco años.
El terrorismo de ETA es, "quizá, el principal problema en España y ya llevábamos tres años sin víctimas mortales, sin atentados, y habíamos visto una esperanza para explorar un camino para la paz", señaló Jiménez. No obstante, añadió que, "a pesar de todo este dolor, hay que mantener abierta la esperanza" de paz en España, aunque por ahora se haya roto cualquier tipo de diálogo con ETA. "Es verdad que se ha roto, en este momento, todo tipo de negociación, todo tipo de tregua; pero seguiremos luchando con todas nuestras armas, que tenemos a disposición, que son las armas del estado de derecho, la lucha policial y la lucha con los instrumentos de la justicia", remarcó la secretaria de Estado.
"Seguiremos luchando contra el terrorismo de ETA", una banda terrorista que no conseguirá sus objetivos "con la muerte y la destrucción que nos están causando", añadió Jiménez. "Con esta presión nunca van a conseguir sus objetivos" insistió Jiménez, que también acompañó en la madrugada la caravana de coches, en el traslado del féretro de Palate a su natal Picaihua. Asimismo, la secretaria de Estado dijo que el aparente hallazgo del cuerpo de la otra víctima ecuatoriana del atentado, Diego Armando Estacio, pone fin a una angustiosa espera por el rescate de los cuerpos.
Agradecimiento al pueblo español
Por su parte, Luis Palate, tío de la víctima, expresó el dolor que le ha causado a la familia la muerte de su sobrino, en una acto al que no encuentra aún explicación. También expresó el reconocimiento familiar al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, porque "se ha comprometido, desde el principio de esta tragedia". Luis Palate agradeció, de forma elocuente, "la respuesta unánime del pueblo español" para solidarizarse con las víctimas ecuatorianas.
Entre la delegación que acompañó a los familiares de Palate de España a Ecuador, también se encontraban cuatro psicólogos del Ayuntamiento de Madrid. Una de las psicólogas, Esther López, aseguró que el estado actual de los familiares es de una "ansiedad", aunque se trata de una familia unida que ha sabido sobrellevar la tragedia con el apoyo del uno al otro. López insistió en que la familia necesita apoyo de su gente para sobrellevar la situación.
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