Transformar el modelo productivo

Con los datos ya conocidos del crecimiento del desempleo en nuestra región al finalizar 2007, han quedado claramente al descubierto algunas de las debilidades de un modelo productivo en el que se empiezan a detectar algunos síntomas de agotamiento que, de agravarse, podrían complicar el futuro inmediato del crecimiento económico en la Comunidad de Madrid. La apuesta del Ejecutivo regional, en estos últimos años, por un sistema de desarrollo que ha privilegiado a la construcción en detrimento de otros sectores productivos, está en el origen de una parte importante de las dificultades que se pueden empezar a vislumbrar en el horizonte más cercano.

El modelo económico aplicado ha generado un no desdeñable aumento del empleo hasta ahora, pero no es menos verdad que este empleo ha tenido un carácter precario y coyuntural, como bien ejemplifica esa temporalidad laboral que sigue siendo uno de los factores principales que ensombrecen las condiciones del mercado de trabajo en el conjunto del país y en la región madrileña. Además, y como lógica consecuencia de la elección de ese modelo de crecimiento, se ha producido una insuficiencia y un retraso en todo lo que tiene que ver con la inversión tecnológica, que es justamente el campo donde se está decidiendo el porvenir económico y productivo de nuestras sociedades.

Así, cuando el sector de la construcción se ha ralentizado significativamente durante 2007, los resultados negativos no se han hecho esperar con un aumento del desempleo en la Comunidad de Madrid de un 8,3%, incremento sólo superado por otras tres Autonomías, la Comunidad Valenciana, Canarias y Murcia. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en la construcción se han perdido 16.200 empleos. Y, de añadidura, el 86% de los nuevos contratos realizados en todos los sectores el año pasado han sido temporales.

El sector de la construcción, por tanto, se revela como incapaz de mantener los niveles de crecimiento de años pasado, pero además esa desaceleración está teniendo efectos sobre otros ámbitos productivos, como la propia industria que es proveedora de muchos accesorios imprescindibles en aquélla. Por eso es tan importante que la inversión pública impulse la reorientación de la construcción hacia la creación de vivienda protegida y de obra civil. Porque este tiene que ser un sector que no se centre sólo en la construcción de vivienda privada, sino también en rehabilitación de viviendas, barrios y zonas y, desde luego, en la construcción de esa vivienda protegida tan necesaria. 

Los Presupuestos regionales para este recién iniciado 2008, tan restrictivos una vez celebradas las elecciones autonómicas de mayo pasado, se han desaprovechado para poder haber iniciado algunos cambios que hubiesen contribuido a consolidar el crecimiento y, sobre todo, a ir poniendo las bases para el replanteamiento del sistema productivo que se va a ir haciendo cada vez más necesario y urgente según vayan cambiando y disminuyendo las tendencias inmobiliarias hasta ahora dominantes en el mercado.

A la vista de todo ello se hace necesaria una mayor diversificación del empleo entre los distintos sectores, lo que garantizaría una mayor estabilidad del mismo ante los vaivenes que puedan afectar a una u otra actividad. Resulta imprescindible, por consiguiente, una transformación del modelo de crecimiento para mantenerlo y para asegurar una calidad del empleo cada vez mayor, así como la recuperación de unas actividades industriales que eviten en lo posible los procesos de deslocalización empresarial.

Este replanteamiento del modelo productivo pasa por invertir en I+D+i y desarrollar la enorme potencialidad de recursos tecnológicos que posee la Comunidad, así como por dedicar una atención preferente a la educación en todos sus niveles y a la formación profesional. En este contexto, consideramos desde UGT-Madrid que es imprescindible que en nuestra región se retome el diálogo social entre los Sindicatos representativos, la patronal y el Ejecutivo autonómico para hacer un diagnóstico real de la coyuntura económica y para diseñar conjuntamente medidas que hagan frente a la situación del mercado de trabajo y a las incertidumbres del sistema productivo y a las de su evolución.  

José Ricardo Martínez
Secretario General de UGT