Se acabó el agua en cisternas

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, presentó en Belmontejo (Cuenca) las obras de abastecimiento al los núcleos de población inmediatos al acueducto Tajo-Segura, que permitirán que 33 pueblos de la provincia de Cuenca puedan beneficiarse del agua del trasvase. Estos núcleos de población podrán derivar anualmente hasta tres hectómetros cúbicos para su suministro.

Las obras, que tienen un plazo de ejecución de dos años, suponen la instalación de 250 kilómetros de tuberías para realizar las conexiones con los pueblos, así como depósitos complementarios, que estarán conectados a la balsa distribuidora que ya se está construyendo en Carrascosa del Campo.

El máximo mandatario castellano-manchego recordó que, después de muchos años de abastecimiento con cisterna, y de ver pasar el agua del trasvase sin poder tocarla, este es "el comienzo de que Castilla-La Mancha empiece a ejercer la prioridad sobre las aguas del Tajo. Antes de que la utilicen los demás, la utilizaremos nosotros, que tenemos prioridad. Por eso, a estas obras se unen las de la tubería manchega, para abastecer a más núcleos de población de nuestra comunidad autónoma", dijo.

La inversión prevista para esta primera fase de las obras roza los 19 millones de euros. La segunda fase, que afectará a otros 22 pueblos, se quiere comenzar a tramitar lo antes posible.

En este sentido el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Enrique Calleja, de quien dependen estas obras, aseguró que quieren simultanear las dos fases en la medida de lo posible, para que la población de estos 55 núcleos, unos 70.000 habitantes en total, pueda comenzar su aprovechamiento.

Convenio con la Diputación

El presidente de Castilla-La Mancha aprovechó para recordar que van a firmar con la Diputación de Cuenca un convenio, de dos años de duración, para arreglar las redes en baja de todos los municipios de la provincia, y en el que se invertirán 10 millones de euros.

Por su parte, el presidente de la institución provincial, Juan Ávila, adelantó que los pueblos incluidos en las obras que se han presentado hoy tendrán prioridad para beneficiarse de este convenio, pero es una actuación que extenderán a toda la provincia, y ya piensan en una renovación del convenio por otros dos años.

37 años de retraso

Tierra Comunera recordó al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda que las obras inauguradas hoy para abastecimiento a los municipios de Cuenca por los que atraviesa el trasvase Tajo-Segura, demuestra "no sólo una caradura impresionante sino una desmemoria absoluta" ya que llevan "37 años de retraso".

En nota de prensa, señalan que Barreda "sabe bien --o debería de saber-- que la Ley 21/1971 de 19 de junio, sobre el Aprovechamiento Conjunto Tajo-Segura (ese eufemístico nombre tiene la Ley en vigor que esquilma el agua de nuestro río Tajo), contempla entre las actuaciones a realizar el abastecimiento de las poblaciones afectadas por la traza del acueducto".

Hoy, "casi 37 años después", sin haber conseguido que esta Ley se cumpla "más que en el envío de agua a Levante", tiene "la caradura" de hablar de "momentos históricos". Éste se dará, dijo, "cuando el Tajo tenga un nivel de agua aceptable y, sobre todo, cuando se finalice de una vez el expolio hídrico que para Castilla supone el Trasvase Tajo-Segura".

También recuerdan que, por mucho que el PSOE de Castilla-La Mancha consiguiera que en el último Plan Hidrológico Nacional se reconociera a Castilla-La Mancha como "cuenca cedente", a día de hoy la Cuenca del Tajo, "la realmente cedente y con derechos preferentes sobre el agua por Ley", es la que sigue "sufriendo los grandes retrasos en la construcción de depuradoras", en mantenimiento de caudales "dignos", en la limpieza de aguas o en el abastecimiento a los municipios de la cabecera y la recuperación de Entrepeñas y Buendía.

Desde Tierra Comunera instan a Barreda "y a todo su coro de aduladores a que trabajen por el cumplimiento inmediato" de la realización de todas las obras de compensación que por Ley le corresponden a la cuenca cedente, la del Tajo, "de una vez por todas y con la humildad que más de 37 años de retraso en las mismas requiere, y la paralización inmediata del trasvase Tajo-Segura. El Tajo no puede esperar hasta 2015 para librarse de este expolio", concluyen.