Las dos caras de la 'memoria histórica' y las fosas comunes

Así están las cosas. Mientras que el Gobierno catalán aprobó este martes un proyecto de ley cuya finalidad es la identificación y señalización de las fosas comunes de la Guerra Civil y el franquismo, la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica no ayudará a las personas interesadas en saber si entre los restos de la fosa común hallada en Alcalá de Henares pueden encontrarse algunos de sus familiares desaparecidos.

Comencemos por Cataluña. El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, explicó que están localizadas 179 fosas comunes en esta autonomía, más de un centenar de las cuales se están situadas en cementerios municipales. El proyecto estipula que para la apertura de una fosa y la exhumación de los restos debe haber una petición de un familiar directo de una víctima o de "entidades sin ánimo de lucro dedicadas a la recuperación de la memoria histórica". La petición deberá ir acompañada de "pruebas documentadas".

Y ahora pasemos a la de 'arena', que sucede en Madrid. La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, como les decimos, ve distinta la cosa cuando las víctimas de la guerra son los del bando nacional o, mejor explicado, víctimas de los excesos de los que decían ser del bando republicano.

Esta asociación, presidida por Emilio Silva, se justifica en que este colectivo no se persona en causas que están bajo investigación judicial. Este caso lo destapó el diario ABC, contando el hallazgo de una fosa en la sede de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares.