Malos tiempos para la lírica

No está el patio para alegrías aunque durante estos días todo sean sonrisas y parabienes entre los diputados y senadores del partido del gobierno y de la oposición pero, mientras Roma arde, como el pueblo pille a Nerón tocando la lira y cantado, seguro que lo corre a gorrazos.

Lo que va a hacer el gobierno durante esta legislatura creo que no lo sabe ni el que será investido Presidente, no porque no desee abordar los problemas que ya tenemos encima, sino porque son tan complicados que pienso que no tiene ni siquiera imaginada una solución. Para empezar no le saldrán las cuentas de los presupuestos que se elaboraron con una previsión de crecimiento del 3,2 y la que ahora reconocen todo están en el 1,4, lo que significa que no habrá dinero para un montón de cosas, entre ellas las promesas electorales que tan alegremente se hicieron.

En este contexto lo importante es saber qué es lo que va a hacer la oposición mayoritaria: es decir el partido popular que acaba de elegir a sus portavoces para el congreso y el senado, Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García Escudero, que serán los rostros de unas nuevas posibles formas de dialogar y oponerse al ejecutivo.

No es tema menor la nueva imagen y los contenidos renovados que plantee el PP a través de sus portavoces, porque el futuro no está escrito y de aquí a las próximas elecciones hay que remar mucho para ofrecer a los españoles propuestas de gobierno y modos de oposición que hagan posible que la alternativa sea real y al mismo tiempo atractiva para quienes el pasado 9 de marzo no votaron al PP.

El parlamento es el foro político por excelencia y es ahí donde hay que ganar la credibilidad y la confianza de los ciudadanos.