¿Manuel Pizarro con los temas de la Justicia?

No parece que, en torno a la designación de Montoro como portavoz económico del PP, se hayan producido ni de lejos las tensiones que algunos comentan. Manuel Pizarro, el que fue brillante protagonista de la “batalla de Endesa”, es más jurista que economista, de acuerdo con su brillante currículo profesional. Al fin y al cabo, también la batalla de Endesa tuvo más frentes legales que económicos.

También es jurista Soraya Sáez de Santamaría, joven abogada del Estado, pero no parece prudente que asuma de forma directa, o por lo menos en solitario, la negociación con el magistrado Alonso, encargado ya por el presidente de sacar del pozo los grandes temas pendientes del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, las grandes pruebas de fuego, en la Legislatura que comienza, de la capacidad o no de las grandes fuerzas políticas para poner, al menos de vez en cuando, el interés general por delante de las conveniencias de partido. Cierto que el residual todavía ministro de Justicia, Fernández Bermejo, sigue aferrado compulsivamente al cargo incluso después de haber sido despojado públicamente de sus competencias políticas y reducido por tanto a las administrativas de gestión del Ministerio. Es difícil encontrar un precedente de tantos deslices, traspiés, inoportunidades y simples “meteduras de pata” en un ministro, ni tan sorprendente capacidad para tener todos los frentes abiertos, incluso el doméstico de los funcionarios de la administración de Justicia.