Revilla propone a los presidentes de Asturias y Galicia hablar del precio de la leche

Así lo anunció el líder regionalista tras reunirse  con la Plataforma en defensa de los intereses del sector ganadero de Cantabria, que le trasladó cuál es su situación. Para ello, Revilla ya se ha puesto manos a la obra porque, según explicó en declaraciones a la prensa, ha llamado ya al presidente asturiano y espera que Vicente Álvarez Areces, que estaba en una comparecencia parlamentaria, le devuelva la llamada. También hará lo propio con el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño.

Revilla destacó que estas tres comunidades autónomas representan el 55 por ciento de la producción láctea española y, además, una producción de calidad, porque cuentan con un suelo y cualidades orográficas y físicas idóneas para producir leche. De ahí, que haya propuesto tratar conjuntamente el problema entre las tres administraciones.

"La leche se puede producir evidentemente en un desierto, en una fábrica, en una nave de hormigón trayendo tolvas de agua y de pienso, pero nosotros tenemos pastos, y el pasto de la Cornisa Cantábrica, y muy especialmente el de Cantabria, también incide en una calidad del producto única en el mundo", apostilló.

El presidente cántabro recalcó que producir un litro de leche cuesta entre 0,41 y 0,42 euros y, cuando los ganaderos la venden por debajo de ese precio "pierden". Reconoció que ha habido momentos de "cierta tranquilidad" en los precios, pero la caída "altera todos los planes".

"Esto ha durado lo que ha durado, y de repente los precios caen por debajo de los costes de producción y surge la alarma", lamentó Revilla, quien criticó asimismo la "campaña" desarrollada en algunos ámbitos, "en la que ha intervenido incluso algún líder nacional", según dijo en alusión a Mariano Rajoy y a su viaje a Alemania en el que "le llamó la atención que un litro de leche valiese menos de un euro".

'La leche, más barata que los tomates'

Frente a ello, el presidente cántabro abogó por "mentalizar a los ciudadanos" para que comprendan que "no hay cosa más barata por un euro, que un litro de leche, si es de calidad", ya que se trata de un alimento fundamental que explica de hecho "la gran evolución incluso física del pueblo español en los últimos treinta años".

"¡Qué me digan que pagar por un litro de leche de gran calidad un euro es caro, cuando un kilo de tomates lo he visto ayer exactamente a 600 pesetas el kilo...!", exclamó Revilla.

En su opinión, las instituciones públicas se deben implicar en la defensa del sector lácteo que, además de emplear en Cantabria a unos 2.000 productores, es "imprescindible para el mantenimiento de una estructura rural, de ecología", y una fisonomía del territorio regional que "sólo los ganaderos pueden mantener". "El mantenimiento de la estructura rural imprescindible, además recomendada por la Unión Europea, se deriva de que se siga manteniendo una actividad ganadera", sentenció.

'Un plan estratégico'

Por su parte, Rogelio Lavín, miembro de la Plataforma en defensa de los intereses del sector ganadero, incidió en que la situación del sector lácteo es "grave" y abogó por la puesta en marcha de un plan estratégico para hacer frente a la bajada de precios por debajo de los costes de producción.

Criticó el "abuso de poder" que ejercen las grandes superficies que, a su juicio, son quizá las que más les están "perjudicando" en este momento, y lamentó una vez más que se importe leche que no cumple los mismos criterios de trazabilidad que la de los productores españoles.

Lo que quiere conseguir la Plataforma es que su producto tenga un "valor de rentabilidad y un atractivo" para que se mantenga la profesión y con ello la fisonomía regional.

La Plataforma en defensa de los intereses del sector ganadero la crearon sindicatos y agrupaciones ganaderas de la región el pasado 3 de marzo con el fin de asegurar para le leche un precio "justo" a los consumidores que, al mismo tiempo, garantice que todos los eslabones de la cadena (productores, industrias y distribución) estén "justamente retribuidos y no existan márgenes abusivos ni prácticas de la distribución (el eslabón más fuerte) que perjudiquen a cualquiera de los otros agentes".