“El problema es, cuando uno descubre eso (la corrupción), echarlos a todos a patadas. Aplicar la fórmula de la patada bien puesta y echar a todos estos. ¿Por qué no van a valorar? Uno se rompe el lomo trabajando en el friaje, distribuyendo computadoras a 4,500 metros de altura, ¿para que unos imbéciles vengan a aprovecharse de esto? No lo voy a permitir. Y mi instrucción a todos es: saquen a las patadas a todos esos. Y si son apristas, dos patadas”, subrayó.
Sus palabras, no obstante, trajeron a la memoria, irremediablemente, el contundente puntapié que García le aplicó al manifestante Jesús Lora, durante una marcha de la CGTP, el 14 de julio del 2004.
En otro momento, el jefe de Estado exigió la devolución de los departamentos adquiridos indebidamente por funcionarios del Banco de Materiales (Banmat), al indicar que ello “no es elegante porque significa que la empresa le está dando un premio adicional y eso casi se llama concusión”.
De otro lado, pidió a las empresas, ministerios, gobiernos regionales y municipios “limpiar” de burocratismo a las obras públicas ejecutables a fin de acelerar su culminación.
Alan García sostuvo que la Contraloría debería contestar por qué no utiliza sus recursos en las auditorías, lo que es su trabajo fundamental, antes de pedir más dinero al MEF. “Si el trabajo básico es controlar y auditar, entonces hay que dedicar el 90% del presupuesto a eso”, anotó.
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