Una pelea con final incierto
El campo advierte sobre los efectos del conflicto
sábado 10 de mayo de 2008, 16:03h
El sector rural alertó sobre los efectos negativos que puede tener sobre la economía este conflicto
Mientras dirigentes de las cuatro principales patronales agropecuarias encabezaron un "tractorazo" en la provincia de Chaco, se registraron otras 200 manifestaciones y bloqueos temporales de rutas en distintos puntos del país.
Las entidades rurales resolvieron retomar el paro tras más de un mes de "tregua" debido a que el Gobierno no acepta discutir el esquema de impuestos móviles a la exportación de granos, detonante de la huelga de tres semanas que habían realizado en marzo último.
El presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías estimó que desde la adopción de esa medida y el inicio del conflicto "parece que se ha enfriado la economía", que desde el 2003 viene creciendo a un promedio superior al 8 por ciento anual, en una declaración que lejos está de querer acercar posiciones.
"En maquinaria agrícola hay un inicio de recesión, en la construcción también y se están por perder miles de puestos de trabajo en la industria agroalimentaria", expresó su par de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi -que está en una lucha de poder con el mediático De Angelis-.
Por el lado del Gobierno, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, quien durante la "tregua" encabezó las tensas negociaciones con las patronales agropecuarias, les advirtió que "perdieron una enorme oportunidad" para llegar a un acuerdo.
Tras recordar que los dirigentes del campo "se quejaban del problema de los pequeños productores" y el Gobierno atendió esa demanda, al igual que el "tema de la carne y del trigo, luego se volvieron locos, dijeron que las retenciones (a la exportación de granos) eran un error y que había que cambiarlas".
Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, se mostró "optimista en que se llegue a un acuerdo" con el sector rural, aunque le acusó de tener "una visión demasiado insolidaria, demasiado individualista".
"Es un sector que tiene rentabilidad. No puede ser que el exceso de expectativas que ellos tengan vaya en desmedro del conjunto del país", remarcó.
Las entidades agropecuarias, que reúnen a 290.000 productores, decidieron no comercializar hasta el próximo jueves granos destinados a la exportación, por lo que en las rutas se detiene a los camiones que transportan esa mercadería hacia otros países.
En otros piquetes directamente no dejan pasar a los vehículos cargados con productos exportables y también hay bloqueos de caminos efectuados por chóferes de camiones disconformes con la protesta del campo.
Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de estos granos.
Durante el fin de semana los productores rurales tienen previsto realizar nuevos "tractorazos" de protesta contra la Policía oficial para el sector y el domingo prometen llevar a cabo "una concentración multitudinaria" en el centro del país.