¿Deben retirarse las tropas españolas de las misiones peligrosas en el extranjero?

En el caso de los dos primeros países, se considera que estamos en una situación técnica de guerra, aunque en el país afgano lo que suceda es que la resistencia talibán sigue ocasionando problemas al régimen nacido de la ocupación norteamericana tras el 11-S de 2001 y en Líbano la difícil situación esté servida por el grupo radical Hizbulá.

Y el tercer caso, el de Kosovo, es aún más incómodo si bien no tan peligroso. Allí nuestra presencia se precia algo controvertida porque no apoyamos la independencia unilateral de esta región de Serbia y sin embargo defendemos su territorialidad con tropas.

En los tres casos se han dado malas noticias. En Afganistán han muerto soldados por enfrentamientos y también por accidentes. Este fin de semana nuestros soldados se jugaron la vida en un ataque que terminó con 6 talibanes muertos. Mismo panorama negativo que en Líbano, donde este domingo falleció un soldado español de nacionalidad colombiana en un accidente de tráfico. De nuevo, con un vehículo blindado modelo BMR, que está siendo muy criticado en los últimos tiempos porque además carece de inhibidores de frecuencia contra bombas a distancia. Algo que ya generó un gran debate por un atentado de consecuencias nefastas.



El Príncipe, en Afganistán

Se estaba hablando de que algún representante de la Casa Real visitaría a nuestras tropas en el país asiático y ha sido don Felipe, esta madrugada, hora española, entre el lunes y este martes.

El Príncipe de Asturias llegó a la localidad de Qala-i-Naw para ver a los 778 militares que colaboran en la seguridad y reconstrucción del país. Don Felipe tiene previsto pronunciar unas palabras ante los militares españoles en Herat. Esta visita se produce después de la realizada por el Rey el pasado diciembre, con motivo de las fiestas navideñas.


El debate

Desde luego que pocas voces critican nuestra presencia en estas misiones de paz, que nos acercan a las grandes potencias internacionales. Incluso hay un consenso entre grupos parlamentarios, con pocas ‘pegas’. Sin embargo el debate radicaría en si es normal que estemos en todas las misiones peligrosas, quizás para contrarrestar la polémica retirada de Irak en 2004.

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