No jueguen con las víctimas

Vaya por Dios; llegábamos a un cierto acuerdo nacional en torno a la lucha contra el terrorismo, a un clamor de homenaje a las víctimas, se reconcilian los dos bandos –ausencia, eso sí, de María San Gil y de Jaime Mayor Oreja- en el Partido Popular vasco, con María del Mar Blanco en la foto, y van algunos intervinientes en el curso de FAES a decir que “el gobierno divide a las víctimas”. Y lo dice una familiar de víctima tan carismática como Cristina Cuesta, arropada, eso sí, por el periodista de siempre que, simplemente, no tendría nada que hacer ni que decir si no fuese porque atiza continuamente el mismo fuego. Lenguaje de la legislatura pasada, que, sobre todo, insuflan algunos informadores –un grupo mínimo, eso sí- radicalizados en unas posiciones antiguas y cuando ya se vislumbra el horizonte esperanzador de un acuerdo entre socialistas y ‘populares’ en la lucha contra el terror, que, desde luego, incluye el reconocimiento a nuestros héroes, que son las víctimas. Ya está bien de utilizarlas como arma arrojadiza contra un gobierno al que se puede criticar, si se quiere, en otros muchos frentes, pero no, desde luego, por no haber virado radicalmente en sus planteamientos en lo relativo a hacer frente al terror.

¿O es que hemos de culpar al Ejecutivo de Zapatero porque el asesino múltiple De Juana vaya a salir de la cárcel el próximo 2 de agosto, en medio del escándalo de la ciudadanía, pero en cumplimiento estricto de la ley y de las decisiones judiciales? Zapatero y su equipo tuvieron, en su día, una política demencial en el ‘caso De Juana’, pero rectificaron, al ver que la negociación con ETA era imposible. Y Zapatero y su equipo, que tan permisivos se mostraron con el ‘hombre de paz’ Otegi, fueron los que, al final, metieron en la cárcel al líder de Batasuna, que también saldrá en libertad en agosto, mes que se presume caliente en cuanto a desórdenes callejeros en el País Vasco.

El verdadero escarnio a las víctimas será que De Juana vaya a convivir, tan tranquilo, en el vecindario de tantos afectados por el terror de ETA, según revela este domingo un gran reportaje del diario El Mundo. De eso, desde luego, no tiene culpa nadie, aunque esperemos que el asesino múltiple, al que tan baratos le han salido sus crímenes, pague hasta el último céntimo de sus responsabilidades civiles. Pero insistir en el ‘raca raca’ de que el gobierno de ZP divide, hoy, a las víctimas, como si estuviésemos en los tiempos del anterior presidente de la AVT, carece de sentido, nos parece contraproducente. María del Mar Blanco, en la clausura del ‘campus’ de FAES, ha sido mucho más conciliadora que quienes la precedieron en el mismo foro este sábado.