Los vecinos del Beti Jai, el frontón más antiguo de Madrid, denunciaron ante el Ayuntamiento la precaria situación en la que se encuentra el centro deportivo, en ruinas y 'okupado' hasta hace apenas quince días, a pesar de que el edificio cuenta con el mayor grado de protección urbanística, según informa El País.
"Los andamios tienen 30 años, igual que la cubierta, que se está cayendo a pedazos. La estructura del andamio ocupa la acera y está en malas condiciones. Hay boquetes en el muro, por donde entran vagabundos. Es una pena", explicó Ángeles Ybarra, presidenta de la comunidad de vecinos de la finca colindante.
El ruinoso edificio, situado en el número siete de la calle Marqués de Riscal, ha estado 'okupado' hasta hace quince días y durante más de un año por un grupo de personas "que tenían hasta una llave", según contó Ybarra al diario
El País. "Hace unas semanas había 'okupas' que hacían fuegos en el graderío, lo que es un peligro. Han tenido que venir los bomberos en dos ocasiones", añadió la vecina del Beti Jai.
Ante las repetidas denuncias de los vecinos, el Ayuntamiento ordenó a la propiedad que adecentara el edificio del fróntón. "Que mantengan el inmueble para evitar afecciones progresivas de la estructura y garantizar la seguridad constructiva del edificio", explicó un portavoz municipal.

Por eso, dos trabajadores pasean por la inestable cubierta del frontón cargando con sacos de cemento."Refuerzan las partes más débiles, pero esto es sólo un parche", aseguró Carmen Sánchez Carazo, concejal socialista del distrito de Chamberí, donse se ubica la instalación.
Por su parte, el portavoz del PSOE municipal, David Lucas, alertó sobre "el malestar que los vecinos llevan sufriendo durante una década. Ha habido 'okupas', gente pernoctando en pésimas condiciones, y desde el Ayuntamiento no se hace nada para solucionar el problema". Para evitar que vuelvan a entrar 'okupas', la propiedad, finalmente, ha decidido contratar a un vigilante.
Edificio protegido
El frontón Beti Jai ('siempre fiesta' en euskera) es el más antiguo de Madrid (1893) y está calificado como Bien de Interés Cultural. Cuenta con restos de estilo neomudéjar, de moda en el siglo XIX. Aún se puede distinguir la gastada planta de la pista y un esbozo del graderío. Lo rodean cuatro plantas de balcones cosidos con una barandilla ornamental de gran vistosidad, pero mustia. La instalación está culminada con una cubierta de ladrillo rojo que descansa sobre vigas de madera.
Según
El País, Lucas insistió en su argumentación y criticó "la dejadez del gobierno municipal por la recuperación del patrimonio histórico municipal, como el Beti Jai, que es una referencia de la sociedad del siglo XIX". El portavoz socialista reclamó "al Ayuntamiento y a la Comunidad que se pongan manos a la obra para recuperar este símbolo arquitectónico".
Distintos usos
El frontón fue erigido en 1893 por el arquitecto Joaquín Rucoba y los jugadores practicaron en él el juego de la pelota hasta 1919. Durante la guerra civil el edificio se convirtió en una comisaría de policía y en reducto de ensayo para las bandas de música de Falange.
En la época del desarrollismo, en los años cincuenta y sesenta, fue utilizado como taller de reparación de la marca Citroën. En 1998 la compañía automovilística francesa vendió el edificio a un grupo de empresarios vascos que pretendían recuperar el deporte de la pelota en Madrid. Pero pronto surgieron nuevas oportunidades e intentaron recalificar el edificio para convertirlo en un hotel de lujo. El proyecto fue elaborado por el prestigioso arquitecto Rafael Moneo, pero el órgano colegiado que tenía que aprobar el proyecto concluyó que "el plan no se ajustaba a los requisitos de protección mínima que deben guarecer el recinto".